Ande usté

Que ya jui a la feria de León. No me pasié por toda ella, solo jui directíto al palenque. Si se busca culpable me declaro inocente y señalo a Rosa Antonieta Guerrero. Yo acá sufriendo de frío y la ingrata que me invita a ver a Yahir. Nunca he sido de resistirme, y pos no lo hice, que me dejo ir.

Llegué a la zapaciudad a las osssho de la nosshe, apenas me desconecté y me metí a bañar. La Rose pasó por mí y mi maletita de enseres domésticos para mi carita. Ya arreglada y más puesta que un calcetín nos lanzamos al palenque. En total, 10 monas, del rango de 31 a 45 años.

Una las manas llevaba en su bolsa un brasierrrr extra para regalárselo a Yahir. No diré su nombre porque quien ha ido a un palenque, sabrá que lo que ahí sucede ahí se queda. (la neta es que no sé como se llama).

Confieso que Yahir está bofito y luego le da por bailar tipo tongolele. Carnes por aquí, carnes por acá.

En clara promoción y tierna carrera, dió más autógrafos y besos que canciones; eso nos lo hubieramos ahorrado, pa´eso está Loreto.

Cantamos con sentimiendo y grito, la Rose y yo, prometimos que mientras tuvieramos vida, cada año iríamos al palenque a cantar nuestra amistad y esta nueva tradición.

Gracias a ella por la invitación y por estar ahí paciente, animada y respetuosa mientras descubrimos nuevas maneras de divertirme.