El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

21 abril 2011

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Boda en tierra catalana

Venir a "visitar a mi hermana" es colgarme milagros que no me corresponden. Venir a estar con ella, es un mega apapacho a mi alma. Esta ciudad y ella, a veces sin saberlo y otras, sospechándolo, han servido de pausas importantes y reflexiones trascendentes que en ningún lado, ni con otra persona hubiera logrado. Es rico ser, dejar ser y que te dejen ser... así es ella conmigo, así soy yo con ella. Un perfecto acto de amor ¿no?

Empezando la noche, yo pedí esquina... todo el día estuvimos caminando e hicimos pocos breaks sentados, así que para el plan de más noche me corté por elemento cucho, ¡digo! gacho. Pero no me falta nada. Ella, el novio, Caliche y yo estuvimos platicando, comiendo, tomando, andando, tonteando y varios andos más, como lo hemos hecho en otras ciudades, de lo más agusto.

Hay cosas que sólo la familia provee, por más que se adoren a los amigos, por más que sean tus hermanos del alma, nada compara solo ser, ser querido y querer como en familia se quiere.

Cada uno de nosotros ha ido llegando en diferente fecha, diferente vía, pero con una misma razón. Estamos aquí por amor a los novios y para bendecir su amor. Otros tantos nos ganan, porque sin la energía que nosotros usamos en turistear, ellos envian constantemente y sin descanso su más completo amor.

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