El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

01 febrero 2008

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Mi post no. 150

Pareciera que el tren va muy deprisa. El paisaje no se mueve, ahí siguen esos tres edificios frente a mi ventana. La gran antena verde no se ha movido ni un centímetro. Sin embargo, la avena que cae, pasa por mi ventana a gran velocidad. Pedazos de algodón que no caen precisamente, pasean de derecha a izquierda. Esto no es un tren en realidad, son las ventanas de mi casa y esos de enfrente son mis vecinos. Eso si, de que está nevando de lado, está.

Acabo de escribir 5 líneas y ¡zaz! para la nevadera ¿así como diablos puede ponerse poética la gente? ¿Solo 7 minutos de nieve? Me asomo hacia la banqueta frente a mi ventana, y cero rastros del evento. Es más, empiezan a caer gotas de los techos, en un evidente derretimiento.

Hoy por la mañana María Joaquina se puso triste porque este fin de su cumple, pensaba venir y siempre no pudo. Le dio pesar saber que nevaría y ella no estaría. Joaquis no hay pex, la nieve se enteró de tu pena y mejor partió hacia el norte de Gran Bretaña. Dijo que ya te encontraría en otra fecha en otras latitudes.

Para acabar con mi cordura, está saliendo un sol acapulqueño. Ni me impresiono, porque según los cálculos, la noche caerá en cosa de 60 minutos.

Sé que, usualmente, hablamos del clima, cuando no hay mejor tema o cuando se quiere evitar algún otro. No es este el caso. Sino hubiera empezado a escribir cuando empezó a nevar, te hubieras perdido del veloz cambio de tiempo, que a veces se experimenta en mi pueblo.


Reportó, desde Limerick, su enviada especial.

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