El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

14 agosto 2006

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Reflejo

Me acerqué a ti lentamente. Sabía que te vería el día de hoy. No imaginaba lo difícil que sería. Tu dulce mirar fue lo último que vi de ti. Tu cabello cayendo sobre la cara. Tus labios gruesos, carnosos, sonriéndole a la vida. Tu cabeza inclinada hacia la derecha, dándome confianza. Eres igual que como te recordaba.

Nada cambió. Nada puede cambiar mucho en pocas horas. No, mientras no hablemos de ti. Tu siempre sorprendes. Últimamente cambiar es tu constante. Despiertas deseos de bienestar en los tuyos. Incitas a esperar, a esperarte, con esperanza.

Estoy lo más cerca de ti que puedo. Solo ahí, irremediablemente en contacto, levanto mi mirada y te encuentro, ahí, solo ahí. No decimos nada. El dulce mirar es un triste mirar. No fue necesario preguntar lo que te pasa. Yo sé quién te robó la sonrisa de hoy. El saber no me alivia. Al contrario, me duele tu mirar y me duele la verdad. No decimos nada. Sé tu dolor y sabes mi dolor. Los ojos son nuestra única piel, la única acariciable el día de hoy. Húmeda ante nuestro encuentro, me despido de ella. Adiós mi vida, te volveré a ver. Estará en mí, encontrarte la próxima vez sin esta tristeza. No agaches la mirada, no estas en soledad. Cuando quieras ven a mí, estoy por ti.

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