El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

17 marzo 2010

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St. Patrick´s Day from Mexico

A partir de éste año, a diferencia de los dos anteriores, no habrá fotografías o videos del concurso internacional de bandas. Tampoco habrá fotografías del desfile de festejo del Día de San Patricio. Al menos, no seré yo quien los tome, no desde Limerick, no con esa emoción y felicidad que me generaban esos eventos.

En lo que llamaba "mi pueblo" seguirán los festejos, seguirán sin mi y sólo yo me daré cuenta de eso. Allá, todo ha seguido igual y así seguirá. Se seguirán intercambiando cupones de Tesco por una hamburguesa de Eddy Rockets. Seguirá habiendo misa de 4:00 pm. Seguirán vistiendo los aparadores de rojo cada que vaya a jugar el Munster. Seguirá lloviendo de lado, seguirá el Shannon su plácido curso. Todo en mi pueblo seguirá igual, aún lo empiece a llamar "el que fue mi pueblo".


En los últimos seis años me he sentido orgullosa de ser más light con los apegos. Los primeros que dejé de lado dolieron pero luego ya fue "normal" dejar ir cosas, aprendí a fluir con los días y a dejar atrás el pasado con todo y lo que quería. Me fue más fácil cada vez despedirme de mis cariños. Aprendí a vivir sin "necesidades creadas", lo indispensable para algún día poderme premiarme con algún gustito. Aprendí que viene gente maravillosa a mi vida que un día tendrá que irse. Me sentí en mi hogar en siete departamentos diferentes con suma facilidad. Me gustó armar una nueva vida bajo nuevas condiciones. Y, detrás de todo eso, aprendí a vivir una vida de verdad, donde no haya una oficina donde esconderme 10 horas al día, donde las responsabilidades no obscurecieran mis deseos, donde mi alma no estuviera superditada a mi cerebro.

Digo que aprendí a vivir en forma parcial. Porque lo que aprendí fue a dejar ese estilo de vida que me mantenía activa pero lejana. No, no he aprendido a vivir con otros ritmos, pero al anterior ya no lo añoro.

En México empieza el Día de San Patricio y creo que fuera del Facebook no habrá mucha gente que lo mencione o festeje. Me doy cuenta que todavía vive en mí el apego a lo que Limerick significaba. Me ata, todavía, el valor que había puesto en ese pueblo. Significaba un verdadero inicio de otro ritmo de vida. Lo veía como un parte-aguas para volver a empezar, sin imaginar que lo sería realmente cuando saliera de ahí.

A todo ésto, quiero reconocer a mi familia y a mis amigos, cariños todos, porque han hecho que este "regreso" a México ha sido mucho más sedoso de lo que había imaginado. Me han tenido la paciencia para escuchar de mi pasado y no han presionado para que hable de mi futuro. Tanta prudencia la agradezco de corazón, porque han dejado que Limerick vaya cicatrizando a su ritmo.

Hoy plena fiesta del que era mi pueblo, es buen día para entender que no estaba yo tan errada en que Irlanda sería el antes y el después de los estilos de mi vida.

Buen día de San Patricio desde México.

La Voluntad de Dios no me llevará a donde su Gracia no me proteja.