El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

08 mayo 2014

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En el aquí y en el ahora

Nunca me he sentido tanto en el aquí y en el ahora, como en estos instantes.   Disfrutar cada paso, cada roce, sonreír al ruido y al silencio propios de mi hogar.

Manejé de noche y lloviendo para disfrutar esto.  Ninguna de las dos condiciones hizo que mi viaje fuera estresante. Por el contrario, sentí lo que es que las células sonrían, incluso, acepto que dejé salir un par de lágrimas. No por tristeza ni por temor.  Nada de eso.

Me sentí feliz y muy agradecida.  No importa qué ni cuánto tuvo que pasar para que viviera esta felicidad que empezó en la carretera, permaneció al abrir la puerta y sigue mientras estoy arropada para dormir en mi cama.

A veces las cosas de diario caen en la etiqueta de lo trivial.   Error.  Aunque peor sería que lo trivial fuera lo de diario.  

No necesito nada nuevo en mi vida para saber que soy bendecida.  Hoy, a pesar de lo agradecida que estoy con los cuidados que recibí, me siento feliz por haber vuelto a manejar, por tener un espacio mío, por poder estar en él y por volver al ruedo profesional mañana por la mañana.

Ya dispuesta a descansar, platico con dos amigos, y siento el lazo fuerte, con una pesar de la distancia, y con otro pesar de los años.  Tenemos planes para vernos y continuar con nuestra amistad. ¿Podría haber más regalos el día de hoy?

En mi oración nocturna pido que nada me vuelva a parecer rutina, y que nada se torne y permanezca trivial.