El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

22 julio 2010

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Y sin embargo, me muevo

Me he estado moviendo. Todo empieza siempre por dentro. Mis pensamientos, y por lo tanto, mis sentimientos, empiezan a buscar nuevas rutas, rutas no exploradas, desean investigar que hay detrás del horizonte hasta ahora alcanzado.

Luego, cuando el movimiento llega a estar a flor de piel, me muevo en el exterior. Primero mis palabras, luego mis movimientos, mis acciones, para concluir con mover los escenarios. Siempre buscando algo más, siempre gritando en silencio que no soy de acostumbrarme a sentir que algo falta, que se puede lograr más, que se puede dar más, que se puede ser más… sobre todo eso, que como persona hay más que hacer conmigo.

La gente, incluso la mía, se da cuenta de lo que pasa hasta que moverme es evidente. Toda esa revolución interna previa se queda en mí, atrapada, condenada a la obscuridad, amenazada con estallar si se ve expuesta, si llegase a ser verbalizada. Así funciona, y no veo por qué vaya cambiar tal cosa.

He alcanzado cierta paz, he recuperado una seguridad que había dejado empeñada en alguna aduana, he descubierto que soy feliz conmigo, he afrontado miedos y no ha pasado nada grave… sin embargo, hay cosas de las que todavía me quiero mover.

No me gustan, no me hacen bien, no me acercan a ser mejor persona y quien sabe que tanto me alejan de mi propio ritmo de movimiento.


Un día despertaré y daré la vuelta.

Una noche recordaré que olvidé.

Una tarde seré libre de esperar nada.

Un verano, un verano, sólo viviré.


20 julio 2010

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¿Cuando Dios sonríe?

Anoche, cuando un amigo preguntó virtualmente qué era para nosotros la felicidad, respondí prontamente con lo siguiente: Reir, moverme, oler y abrazar. Eso fue ayer, y lo reitero hoy. Sin embargo, hace un rato me atravesó un pensamiento al respecto:¿Qué tanto sonríe Dios con lo que hago?

Si, me gustaría que mi existencia lo hiciera reír, que le doliera el estómago de risa cuando viera las cosas que sólo a Pucca le pasan. En la realidad ¿cuánto lo hará? ¿Cuántas veces hará ese gesto de ternura? ¿Cuánto sonríe por lo que digo? ¿Cuánto sonríe por lo que hago?.


Por ahora, tengo claro que El sonríe cuando yo lo hago, cuando voy de un lado a otro, cuando bailo, cuando memorizo olores, cuando los recuerdo, cuando abrazo, cuando recibo un abrazo que necesito... cuando yo soy feliz, Dios sonríe. Pero, ¿y el resto del tiempo?

04 julio 2010

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Va de nuez

"Si no hay escritos nuevos en este blog, es que algo traigo". Fue lo que le dije hace unas semanas a un amigo. Ese día, contaba yo, que aquí suelo escribir mis reflexiones, quejas, dudas y demás cosas que buscaran un lugar en las letras. Pero que, por los tiempos vividos, a veces no era prudente escribir, hacer público, algunos asuntos.

Este blog lo leían y he de suponer, que de pronto lo leen, amigos y familia de mi ex esposo. En un acto de respeto a ellos, me abstuve de escribir hechos y, sobre todo, mis percepciones de todo lo que pasó en este año. Finalmente, una separación es dolorosa y siempre tendrá dos versiones. Sin planearlo así, hice un luto literario, en donde Pucca podía hablar de divorcio, pero sólo enfocada al bienestar futuro, nunca desde esos momentos "down" tan normales en estos casos.

Ha pasado ya un año. Un año sin vivir con esa persona con la que compartí más de 9 años de mi vida. Doce meses de revoluciones, que iban desde lo sentimental del momento, recuerdos del pasado, y miedos al futuro. Revoluciones no escritas aquí pero que de alguna manera mis lectores sospechaban. Batallas internas y de dos, que quedaron guardadas en la privacidad, donde deben estar. El amor y la felicidad se comparten, mientras las separaciones llevan la procesión por dentro.

No hay reglas que digan cuánto debe de callarse sobre una nueva vida, mientras duelan las expectativas rotas. Cada quien lo sentirá y yo lo siento hoy. Mi respeto a Lucas y todos los suyos no desaparece si anuncio que vuelvo a empezar. Reinicio el sentido integral de mis escritos. Pase lo que pase en mi vida, quiero que tenga la posibilidad de ser escrito aquí, sin algo (prudencia, temor, etc) que limite mi ejercicio literario.

Habiendo dicho ésto, iré haciendo ejercicios de letras, donde el pasado sea auténtico pasado y yo escriba libremente sobre ésta nueva etapa de soltería. Es mi decisión escribir porque me retribuye, lo disfruto y me libera. Así que, así como soy, así como parezco ser, que quede asentado aquí, que si a alguien le parece incómodo leer lo que ahora es de mi, que deje de consultar mi blog y así todos en paz.

En buena vibra, seamos bienvenidos todos con su todo integral. Y los que aún no estén preparados para un nuevo comienzo, que encuentren blogs de su gusto y elección.