El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

28 octubre 2008

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Una por otra

No siempre, pero sí me pasa. Tomo una de las cápsulas y digo mentalmente, si, es ésta. Un día, me tomó medio de éste, para darme cuenta de que había tomado una por otra.

Hoy tomé las cápsulas, recapacité y dije, si, es ésta. ¡Nanais! Iba justo por la campanilla cuando cacho que no era la que tocaba. Así que a lo más guácatelas, la regresé. Quedó suavecita, con una consistencia babosa. Espero que en la noche, cuando sí toque, no me de asco tomármela.

Ya me tomé la que si toca y me lanzo a la calle. Lucas me pide que salga en busca de mi regalo de cumpleaños. Así que boutiques ¡ahí les voy!. También voy por lucecitas para mi árbol o cosa parecida, de navidad.

27 octubre 2008

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Entre ropavejera y artista

No sé cuando empecé con la idea. Como suele ser, una idea se instala en mí calladamente y cuando me doy cuenta, esa idea domina mi vida.

Por la cantidad recolectada, no deben ser más de tres semanas.
¿Qué recolecto? Paraguas rotos
¿De donde? De las calles
¿Cuántos llevo? Ocho
¿Para qué? Lo he ido descubriendo.

Lo cierto, es que soy la más feliz cuando encuentro uno en la calle o me lo traen de regalo. Igual que la mesa que un día hice, un día les muestro las cositas que tengo en mente.

Desde hoy, también recolecto cajitas de huevo. Ya las fuí a pedir a un tipo Oxxo, con cero éxito y también en un restaurant frente a mi casa, igual, nada.

Por cierto. Un día sin ir al primer cuadro de la ciudad (creo que son dos, hahaha) y lo adornan de navidad y llega el invierno. ¡Jijo! Ahora me acuerdo de lo que es sentir frió en cada cachito del cuerpo.

Este descubrimiento no hace sino fortalecer la idea de "crear" en el ambiente cálido de mi hogar. La calle está buena solo para salir a buscar algo y volver con el algo en chinga a la casa a ponerte pants calientitos.

Mi querida Candela ¡ahí te encargo cajas de huevos y paraguas rotos!

26 octubre 2008

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Enamorada

Los diez díaz hábiles que estuve con Ma. Joaquina, la escuché. En punto de las 4:00 pm, después de comer y justo a la hora del cafecito, ella sintonizaba Antena 3.

La canción se llama "Enamorada" la canta el grupo Miranda. En esta canción, es una chava la que canta. Creo que es una que yo creí que era solo corista.

Esta canción es la que usa la serie "La Lola", que es simpatiquísima. Se trata de un pica flor que es convertido en mujer por una ex dolida por su abandono. La nueva mujer tiene que aprender a caminar en tacones, rasurarse las piernas y a usar bolsa, entre todas las monerías que hacemos las mujeres. Solo su mejor amiga sabe la verdad, quien la ayuda en su nueva vida, a ocultar el paradero del hombre que ha desaparecido (que ahora es ella) y a enfrentar que ahora se ha enamorado de un hombre.

Ahora que sigo la serie por youtube o por la página de Antena 3, escuché bien la canción y llegué a la conclusión de que me gusta. Me gusta la música y la letra. Es un buen argumento, decir que antes no tuviste suerte en el amor pero que ahora caes en cuenta que fuiste recompensada y estás completamente enamorada. ¡Me gusta!




24 octubre 2008

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Window shopping

Dícese de la actividad recreativa que consiste en disfrutar de los aparadores y tiendas completas. Es confundido con el hecho de comprar desde la base informática de windows.



Suele realizarse en compañía de amigas, que siempre son útiles para acompañarte a los vestidores y decirte lo bien o mal que te va la ropa que te gustó. Sin embargo, es igual de satisfactorio realizar el window shopping a solas.

Practicando window shopping "se matan varios pájaros de un tiro". Por un lado realizas ejercicio físico, al caminar de una tienda a otra. Por otro, te mantienes al día en cuanto lo que se está vendiendo en la temporada.

Algun@s practicantes, señalan que lo mejor de window shopping es que no representa ninguna inversión, ya que no se está yendo a las tiendas para comprar nada, solo para ver su interior y/o los aparadores, de ahí la palabra "window" de la expresión.


Véase también en: deportes, autoterapia, moda, economía, diversión.

22 octubre 2008

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Calaveras en el lienzo

Ya es tiempo de escribir calaveras. A mi se me antoja hasta hacer un altar. Podría ser uno a Pedro Infante o a mi papá. Pero me calmo cuando pienso en las flores, en el papel de china de colores naranjas... entonces decidí escribir calaveras.

La primera fue para el foro México-Europa. Es un foro de algo así como dos años. Son mexicanos residentes en europa. Casi todos ya establecidos. Yo soy muy mala para estar al día diario en el foro. Pero cuando me acuerdo entro y encuentro de todo, recetas, tips para vivir en europa y, antier me entero que hay plan para reunirnos en mayo.

Y fue entonces, que propusieron hacer calaveras. Que me suelto y salió así:


Desde octubre ahí andaban

organizando un encuentro
los del foro mexico-euro
para irse de parranda.

Mayo fue el mes que eligieron
Alemania de sede
por barato, dijeron
así no hay que no quede.

No contaban con algo
la huesuda venía
trayendo entre manos
nombres de quien moriría.

A todos se llevó
nadie se quedó sin su visita
por toda Europa viajó
y se le hizo chiquita

Ya me voy ya me despido
dijo la muerte
y con los del foro cargó
nadie tuvo suerte.

¿Te gustó? ¿Te animas a escribir una?

15 octubre 2008

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Las cosas que se ven de madrugada

Los compañeros de Lucas, de la Universidad, convocaron al pub. Llegamos a ser veinte. Definitivamente, me gustan los irlandeses. Son ocurrentes, relajados, simpáticos y amables.Y no todos son borrachos. Si toman, pero no se ahogan.

En el pub, había música, en un volumen que permitía platicar. De pronto, unos señores, de unos 40 a 50 años, empezaron a cantar. Así "a capella". Y así fue durante las siguientes dos horas. Sarah, irlandesa que vivió tres años en Honduras, me explicó que es común que la gente cante así. Que algunas canciones, de hecho, no tienen melodía, que ésta se logra con la misma mezcla de voces de los que cantan. Algunas canciones son en inglés y otras, en irlandés. Eso sí, los cantantes, parecen felices.

Al rato, Esmeralda que es albano-francesa, me dice que esas personas, vienen de un funeral. Que después de velar por una noche el cuerpo, le hacen una misa y luego van al cementerio. De ahí, todos van al pub a tomar, a cantar, todo en un ambiente festivo. Me parece maravilloso, y trato de encontrar en alguno de ellos, una lágrima escapada por accidente, pero no, no hay ninguna. Ellos celebran, yo creo, la vida del que acaba de partir. Me gustó eso, yo quiero un funeral así.

A media noche, el barman anuncia que el pub ha cerrado. El grupo se divide en tres grupos. Los que dicen que vayamos a bailar a un club "bien" y otros que la mejor opción es un antro sucio, desordenado con una jaula para fumar, Sarah me convence de que es la mejor opción cuando dice en un perfecto español: "es una mierda, pero una verdadera experiencia única limeriquense". El tercer grupo eramos los que esperabamos que nos convencieran de ir a uno u otro.

Finalmente los del antro de mala muerte, son los más emocionados y fuimos los primeros en partir. Caminamos unas cuadras para encontrar que la Taverna Costello´s estaba cerrada. Entonces, pensaron en otro lugar. El cual no parecía nada, sino una simple casa, cuando una de las chavas muy decidida se acercó a tocar la puerta, creí que esa sí que sería una experiencia limeriquense. Por fortuna, creo, no abrió nadie.


Luego quedó la opción de ir al club "bien", el Ikon, y ahí vamos. ¡Jijos! Parecían que traían un cuete, no sé donde. Yo decía "¿por qué si voy casi corriendo cada vez se alejan más?" Total, que llegamos al famosísimo Ikon, claro 3 minutos después que ellos. Cuando nos acercamos, algo discutían sobre si nos quedabamos ahí. De pronto, Dermont preguntó ¿chips? Y más de 3 respondimos ¡si!. Así que acabamos en un tipo Mc Donalds, pero de pollo y local.

Lo que ahí vi, fue mejor que cualquier antro. Afuera del local, la banda se volvió a separar y entre que alegaban yo capté momentos únicos. Por ejemplo, esta pareja de chavitos, que estaba a punto del coma, de la calentura que traían.


Ya adentro, era como estar en los tacos más nocturnos de Salvatierra, los de la carretera, o en los del barrio en Léon o los del Borrego Viudo del DF. Cualquiera de éstos, son lugares no nice, pero muy ricos y altamente buscados por gente que salió de fiesta.

No se puede negar que las irlandesas tienen buena pierna. Lo increíble es que anden con ese look siendo que hace friíto. Pero claro, si la moda es short y tacón... pues short y tacón aunque vivas en Irlanda.


Olvidé decir... es como una de esas taquerías, pero de hamburguesas y pollo y, un basurero, todo junto. Eso si, el glamour que nunca se pierda. La chava se sentó en una de las mesas del local, sacó su maquillaje y empezó a cuidar detalles de su carita. Eso, después de que se paseó por todo el restaurant, descalza, seguramente, adoptando varias mini ciudades de gérmenes con sus pies.


Lindo ¿no? Estoy puestísima para la siguiente fiesta, seguro voy con cámara otra vez.

13 octubre 2008

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Desde el centro de mi pecho

Los Reyes Magos venían a traernos regalos. Cuando eramos muy niñas, también venía Santa Claus. Pero cuando cambiamos Sinaloa por Guanajuato, vimos que por esos rumbos no se usaba lo de Santa. Así que se quedó solo la tradición de los reyes.

En una alguna ocasión, coincidió la fecha con que mi papá estuviera de visita con nosotros. Supongo que eso hizo que le tomara especial cariño a una muñeca que amaneció ese año. La fecha nos alcanzó en Salvatierra. Era una de esas muñecas que parecen un bebé, con cuerpo suave y manos y pies duros, de plástico. Simulaba ser pelona, con un solo mechoncito güero.

Cuando le conté a Teté de mi nueva muñeca, acordamos bautizarla. Hicimos todo el rito, según lo entendíamos, yo como mamá y Teté como madrina de Anita. Eso nos uniría para siempre. Aunque dejamos de frecuentarnos, el cariño de comadres quedó por años, y al menos, cada navidad al salir de la misa de Capuchinas, nos dabamos un enorme abrazo lleno de cariño.

Así fue, hasta que Teté fue requerida por las cortes celestiales y ahora está esperando por mi, junto a mi papá, mi nene, mis tíos y mis abuelitos. En fin, gran chorcha se ha juntado allá. Pero esa es otra historia, diría la nana Pancha.

Desde aquél seis de enero, cada noche, dormí con Anita en mi cama. La usaba como almohada o la abrazaba durante toda la noche. Me da un poco de pena aceptar que hasta los dieciseis años fue así. Creo que fueron cinco o seis años de dormir con Anita, hasta una noche de septiembre, cuando sucedió.

Serían entre las dos y las cuatro de la madrugada cuando sentí que una mano de la Anita me estaba molestando en el pecho. Moví a la Anita, dejándola en la esquina de la cama y me volví a acurrucar. Fue entonces cuando lo que sentí no tenía nada que ver con ella. Algo se sentía en mi pecho.

Recuperé la conciencia, me desperté por completo y revisé mi pecho. Si, era una bolita. Fui al baño y me di cuenta que incluso la bolita se alcazaba a ver a simple vista. Digo bolita de cariño, pero a mi me parecía un limón que invadía mi cuerpo. Lo juro, traté de tomarlo con calma, volví a la cama e intenté volver a dormir.

Pero no pude. No podía dejar de sentir angustia y mucho, mucho miedo. Hacía casi dos años en que a mi papá lo había operado por un cáncer cerebral. Y solo unos meses antes, a mi mamá le habían diagnosticado a tiempo cáncer cervical in situ (a apenas comienza, no invasivo). Mi mente no dejaba de ver pasar de un color y otro, de un lado a otro, la palabra cáncer. Sentí terror y me dejé llevar por mi instinto. Corrí a despertar a mi mamá.

Media dormida mi mamá trató de tranquilizarme, me revisó y me dijo que iríamos a que me revisarn al día siguiente al hospital, que me fuera a dormir. Nunca le pregunté a mi mamá que pasó por su mente, los siguiente minutos, pero no debió haber sido muy distinto a lo que había pensado yo, porque al rato, ella entró a mi cuarto. Más despierta, más conciente, me volvió a revisar y me aseguró que si teníamos que ir al hospital.

No recuerdo bien, si al día siguiente fui o no clases. Solo recuerdo las radiografías y la revisión que me hizo la doctora del hospital. Sin mucho preámbulo dijo que había que hacer una biopsia. En la medida que mis ojos lo permitieron, agrandé mi mirada mientras mi alter ego corría de un lado a otro gritando ¡Cirugía! ¡Anestesia! ¡Pero si soy una escuincla!

Decidieron que no habría que esperar, que en los siguientes días tendría que hacerse la operación, pero mi anemia dijo la última palabra. Tuvieron que pasar dos semanas más para que me operaran. Y fue un cuatro de octubre cuando inicié mi relación con el quirófano.

Esos días, esperando el resultado de biopsia, creía que alguien me estaba haciendo una muy mala broma. Me preguntaba cómo si todavía ni alcanzaba a terminar mi desarrollo, en mi pequeño pecho había crecido algo de 2x4x6 cm. Me aterraba la idea de escuchar la palabra cáncer. No quería que mi mamá y mis hermanas volvieran a escuchar esa maldita palabra. No quería ser yo quien la trajera de vuelta a nuestras vidas.

Yo no hacía mucho escándalo, pero mi alter ego si. Además de gritar, reclamaba. Que estaba por cumplir 17 años, que estaba por terminar la prepa, que nunca había besado a nadie y ya estaba viviendo eso.

El descanso y la alegría volvió cuando se confirmó oficialmente que era solo un quiste. Era tanta mi alegría que no deserté de la porra del colegio, ni de la obra que presentamos en el Teatro Doblado. Con todos los cuidados necesarios para mi recuperación y de la movilidad de mi brazo, seguí en los proyectos que tenía antes de aquella noche de septiembre cuando creí que Anita me estaba estorbando en mi sueño.

Esta historía médica siguió por años, ya que a seis meses de aquella biopsia, apareció otro quiste. Y luego otro y otro. Por siete años estuve en tratamiento y cada seis meses tenía revisión médica. Y yo con el mismo miedo de la primera vez.

Vi que octubre es el mes en que se acentúa la promoción de diagnóstico a tiempo de cáncer de seno. Éste no es un relato de sobrevivencia, porque Bendito sea Dios, siempre se mantuvo el diagnóstico de que los quistes eran benignos, latosos pero benignos. Sin embargo, lo que viví me hace sensible a esta lucha, así que me uno con liston rosa en mano.

Ahí les recomiendo los cinco secretos para reducir el riesgo de padecer cáncer de seno y la guía para saber cómo los senos se deben tocar.


12 octubre 2008

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Hoy por ser día de mi santo

En la familia que formamos mis hermanas, mi mamá y mi nana, acostumbramos a celebrar el día de nuestro santo. Es decir, dependiendo de nuestro nombre, el día que se festeje al santo que tenga el mismo nombre, nos festejamos.

Así, además del cumpleaños, hay una día más en nuestras vidas para partir pastel o para llamarnos. Yo, por llamarme como me llamo, hoy festejo mi santo.

Tuve un arropado festejo, comiendo pozole, tomando coca-cola zero y de postre panecillos y cremita irlandés. Lucas me honró con cientos de honores durante todo el día. Y yo ¡feliz! dejándome querer.

Por el chat también me festejaron, no se sientan culpables, no es que la gente supiera, sino que vieron mi nick en donde me cantaba yo solita las mañanitas jajaja.

Pero además de cantarmelas yo solita y de que Lucas también lo hiciera, a la distancia, me enviaron unas mañanitas que además de festejo me trae nostalgia.

Las mañanitas - Cepillin

Si, eran las mañanitas de Cepillín. En la casa, se acostumbraba que todas menos la festejada, se levantaran temprano, para poner la mañanitas y despertar en bola a la del santo o la del cumpleaños.

No siempre poníamos la de Cepillín, le combinábamos con la versión de Pedro Infante, de Parchis y de Nat King Cole. ¡Claro! Que como la bola estaba en la cama de la festejada, nadie quitaba el "disco" o "cassette" al terminarse las mañanitas, así que nos chutábamos todo el LP completo. Por ejemplo, se perfecto que después de las mañanitas de Nat King Cole, sigue la canción de "cachito, cachito, cachito mío, pedazo de cielo que Dios me dió".

Bueno, pues hoy que escuché las mañanitas de Cepillín, se me vinieron un monton de emociones encima, todas ellas lindas, acompañadas de los cuatro espectros que durante muchos años eras las primeras caras que veía al despertar el día de mi santo.

Muchas gracias a mi mamá y mi nana por la música, la llamada y el amor que me dan. Gracias a todos los demás que me felicitaron, y a los que no, no se apuren en menos de un mes es mi cumple, ahí se desquitarán.

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Entre tu y yo todo fue un error

Esta niña ha hecho buenos personajes en el cine y ahora descubro que es la que cantaba "Huellas" de Amar-te Duele. Se llama Ximena Sariñana, no es ninguna improvisada, se nota que le estudió a la cantada. Me gusta su estilo, hay quienes dicen que es "fresa", igual y sí, pero ¿qué tiene de malo ser un poco fresa en la vida?

Este video fue grabado en su presentación en el Lunario del Auditorio Nacional de México. Siéntate, relájate, escucha y si te queda el saco, pues póntelo. Neta, es muy buena la muchacha.





¿Tengo o no tengo razón?

08 octubre 2008

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Nuevo tratamiento

El asunto tardó ocho meses para que cuajara. Finalmente, antier estuve en una clínica de rehabilitación y terapia física irlandesa. Tras la revisión física y de la historia clínica, llegamos a acuerdos importantes con la fisioterapeuta.


Me enseñó unos ejercicios para movilizar mis brazos y al mismo tiempo ejercitar unos músculos de mi cuello, que parece ser, que frente al dolor hacen que haga la cabeza hacia delante. Así que ahora ejercito, tipo haciendo papada.

Autorizó que me inscriba al gym y me va a mandar una carta para que me acepten. Esa es otra buena noticia. A dos cuadras de aquí, hay un hotel grande. Por el periódico, nos enteramos que estaban vendiendo “membresías” para su gym. Sacamos cuentas y conclusiones. El lugar convenía mucho más que la misma universidad. Sobre todo por la distancia para mi.

Fuimos a conocer el lugar. Es chico pero con lo suficiente. Caminadoras, cross trainer, bicicletas, algunos aparatados, pesas, jacuzzi y alberca.

Así que solo estamos esperando la carta de la fisioterapeuta para inscribirnos. Sin embargo, la otra parte del plan ya está en camino. Ya empecé con los ejercicios que me dio y en un mes volveré a la clínica, para una sesión de seguimiento. Dice que aunque tenga mucho dolor, debo seguir con mi calendario de ejercicios, que será difícil, pero que debo hacerlo así.

Si todo va bien, en enero o febrero, empiezo a ir con ella a clases de pilates, que según dice, me van a ayudar mucho.

Pues ya está. Descansen sus almas preocupadas. Ya tengo un doctor y una fisioterapeuta cerquita de mi. Ocho meses después de llegar a la isla, pero justo a tiempo para preparar cuerpo para el invierno.

La foto es de la imagen que, en los días soleados, me regala mi ventana. Mi nueva clínica y el Río Shannon.


07 octubre 2008

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Rosario

Hoy se celebra a la Virgen del Rosario. En casa, hay festejo. No de una o dos Rosarios ¡tres! Una en cada generación. Cada una aprendiendo cosas nuevas a diario. Cada una dueña de un pedacito de mi corazón. A una le debo la vida, a otra le debo sabiduría y a la tercera le debo mil cosas.

Representa la esperanza hecha realidad, analgésico emocional y cada día una cosa más.
Hoy, por las tres celebramos. ¡Feliz día del santo de las Rosarios! Sean bendecidas. Las amo.

03 octubre 2008

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Ojos claros serenos

Como si tuvieramos que hablar bajo un código secreto, llamábamos a alguien “Ojos Claros”. Casi a diario nos topábamos con el. Si lo veíamos caminar a la distancia, recitábamos:


Ojos claros, serenos,
si de un dulce mirar sois alabados,
¿por qué, si me miráis, miráis airados?
Si cuanto más piadosos,
más bellos parecéis a aquel que os mira,
no me miréis con ira,
porque no parezcáis menos hermosos.
¡Ay tormentos rabiosos!
Ojos claros, serenos,
ya que así me miráis, miradme al menos.


Si caminaba hacia nosotros, recitábamos en voz baja y lo dejábamos de hacer cuando él nos pudiera llegar a escuchar. Si pasaba cerca, platicando con su amigo, alcanzábamos a recitar el poema completo. Así era ver a Ojos Claros. Era suplicarle un simple contacto visual. Nada más. Un dulce mirar, lo más piadoso posible, con esos ojos claros serenos.

Nunca me atreví a nada más. En su mirada, se alcanzaba a asomar que, en mí, veía una niña. Además, su amigo inseparable, nunca permitió más. Si por alguna afortunada alineación de las estrellas, nos encontrábamos en algún pasillo, solamente Ojos Claros y yo, de alguna piedra salía aquel amigo, que más bien parecía una maldición.

Han pasado muchísimos años desde aquellos días en que yo recitaba una y otra vez a esos ojos. Hoy, de pronto, vino a mi mente el poema de Gutierre de Cetina, y con él, la historia nunca escrita de Ojos Claros.

Vaya pues, la publicación de este post, en su honor, de su prima y de aquellos días.


02 octubre 2008

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No se olvida jamás

Terminé temprano el exámen de farmacología, creí que me llevaría cinco horas, y no, en tres horas y media estoy afuera. Debería irme a domir. No sé muy bien desde hace cuánto no uso una pijama. Las últimas semanas he dormido un par de horas. En un sillón, en la mesa de la biblioteca, en la alfombra del cuarto de alguna compañera, siempre vestida y rodeada de enormes libros.


Pero no, no iré a dormir. Me comprometí a imprimir esténciles. Mañana habrá marcha y a penas alcanza el día de hoy para informar a los compañeros. Entre más vayamos, será mejor. Tal vez mañana, al terminar la manifestación podré dormir más decentemente. ¡Claro! Si la emoción lo permite.


La imprenta está vacía. Así que aprovecho para imprimir y hasta alcanzo a destruír ahí mismo el molde. Mi papá dice que una de las mejores estudiantes de mi facultad, no debería de asistir a esos eventos. Me mataría si supiera que yo ayudo a promoverlo y hasta gozo molestando a los soldados que mandan a “cuidarnos”. Son unos asesinos, drogados, mira que soportar que les gritemos y les escupamos, y ellos como si nada, como soldaditos de plomo.


Pero es que
¡algo tengo que hacer! Han desaparecido compañeros y otros han tenido que huir. Son estudiantes, jóvenes, igual que yo y son tratados como criminales. Los acusan de “terroristas” cuando lo único que han hecho es alzar la voz, señalar las injusticias y la represión que hemos sufrido por parte de los granaderos y el ejército. ¡Ellos nada tienen que hacer en nuestras escuelas, prepas y en la universidad! ¡Que se vayan!


Esa manifestación fue todo un éxito. No solo eramos estudiantes, nuestros padres, hermanos mayores, hermanitos, vecinos y profesores estuvieron ahí exigiendo lo mismo. Llevábamos pañuelos en la boca. Los periódicos la llamaron “la marcha del silencio”.


Después, se cancelan las clases porque el ejército se instaló en Ciudad Universitaria. Nos están provocando. Según sé, también se instalaron en el Poli. Pero no vamos a caer en la trampa, decidimos alejarnos de ahí por unos días, mientras que el rector exige que se retiren.


Me voy unos días a mi ciudad natal. Mis papás están preocupados, pero es que están manipulados por lo que dicen en el noticiero. Ahí, no nos bajan de insurrrectos. Por más que les trato de explicar el espíritu del movimiento, es imposible. Mi papá, hasta me prohibió regresar a México. Pero no lo quiero obedecer, la manifestación del 2 de octubre será la mejor. No me la quiero perder.


Sé que mienten en el noticiero. Los estudiantes no tenemos armas. Dicen que hay diez muertos, pero no dicen nombres. Hablan de “la agresión de los estudiantes”. Ahí estaba mi novio y mis amigos. He estado llorando los últimos días, no sé nada de nadie. Mi papá, ahora menos que nunca, me deja volver. Dice que pude haber muerto si no me hubiera prohibido irme.


Pasan los días y nos vamos dando cuenta que lo que pasó el 2 de octubre fue peor que lo que nos imaginamos. Sabemos que algunos están en Lecumberri, pero otros no están por ningún lado. Hay madres llorando niños y niños llorando abuelos. Quienes estuvieron ahí y pudieron esconderse en algún edificio de Tlatelolco, hablan de un helicóptero, de balas que venían de los edificios, de balas que salían de entre la manifestación que iban a la misma gente. Voy armando la historia de esa noche con los pedacitos que cada quien logra decir. Todos estan conmocionados, dicen que vivieron el infierno.



¡Tan infierno!
Que perdí a mi novio. Si, en pleno Tlatelolco, el dos de octubre de 1968. El, fue uno de los que corrió a uno de los edificios a esconderse. Una señora los escondío. Uno en el closet, dos debajo de la cama. Ahí le tocó a mi novio. Ahora, ex novio. A él y a Rita, una exnovia de el. Dice que creyeron que morirían. Afuera, por horas se seguían escuchando disparos. Al verse tan cerca de la muerte, perdí a mi novio. No murió, pero volvió con Rita.


Mi sueño es sólo uno de los microsueños que se perdieron ese día. A cuarenta años, hemos descubierto a qué grado aquel fue un acto planeado. Que los guantes blancos eran una señal, que el batallón Olimpia tenía claras ordenes de disparar a todos los que no tuvieran ese guante en la mano izquierda. Que la luz bengala del helicóptero fue la señal de “fuego” para que empezara la matanza. Que los responsables de esa matanza han ido muriendo en sábanas de seda, lejos del castigo que merecen.


Ha pasado toda una vida y, no, el dos de octubre no se olvida.