El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

31 enero 2008

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Pregunta

¿Se celebra el cumpleaños de alguien que no alcanzó a nacer?


29 enero 2008

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Me queda claro

Entre el fraude de miles de millones de euros, la violencia en Paquistan, el secuestro en BVA en Venezuela y la caza de uno que otro narco en México. Todas, noticias impactantes, atraen el interés ciudadano, me roban un minuto de mi. Sin embargo, no tocan mi alma. Hay hechos, explicaciones y bandidos que si lo harían. Y, de ellos, nada.

Es la falta de corresponsales, la enlodosa transparencia y la distancia lo que me tiene en la ignorancia. Tal vez la más bendecida de las ignorancias. Si mis padres llegaron a hacer cosas que yo no comprendía, y se hacían “por mi bien”, asumo un Supremo poder que lleve a cabo esta práctica también.

Esa es mi conciencia. Mi subconsciente no se resignó tan fácilmente y plasmó hechos y explicaciones. Fue tan real, tan intenso, que amanezco con dolor de cabeza y alma. Y aunque alcanzo a entender que todo fue un sueño, ahora tengo todo más claro. Fue como cuando había alguna integral difícil. Me dormía y soñaba con su solución. Así sucedió esta vez.

Y, si esa técnica me llevó a estar exenta en cada semestre de Matemáticas y me ganó el apodo de “Señorita súper estrella” de su gran catedrático, entonces lo volvería hacer. Me quedo con el sueño ante la falta de realidad necesitada. Ahora tengo menos preguntas, de hecho, tengo sólo una: Guey ¿de eso se trataba?


17 enero 2008

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Por mis huevos

A las 8:00 am del 15 de enero del presente año, estaba yo, en la ciudad de México, inaugurando la Terminal 2 del AICM. Puertas cerradas que traen a los pasajeros de mi vuelo como toros de fiesta en Pamplona. Debo pasar tres veces por las bandas de inspección, quitarme el abrigo, sacar llaves, celular, computadora, etc. De esas pasadas, una fue en sentido contrario.

Cuando creo que daba con la salida indicada, hay medios de comunicación por todos lados esperando la noticia y cuando una chava que trabaja en el AICM me dice que estaba en el lugar equivocado: ¡flash! ¡flash! ¡flash!. Juro que no declaré nada, así que si aparezco en Proceso como pasajero inconforme perdida, no crean nada. A pesar de la perdida, estaba relajada y muy muy muy desmañanada para ninguna inconformidad.

Las nuevas salas están bonitas, hasta este día, tienen solo 2 tienditas y 2 restaurantes. Casi todo está alfombrado, pero baños y escaleras lucen como vecindad en fiesta. ¡Mojados, mojados! No sé por qué la gente cree que encharcar significa limpiar. Rollos de seguridad aparte, creo que no es nada atinada la estrategia. Sin embargo, agradezco que me hayan hecho sentir retebienvenida a la fiesta.

Me instalo en Chilis, muero de hambre. Veo el menú y tengo pocas opciones: huevos, sándwich de huevo, chilaquiles y huevos caldosos sobre tortilla. ¡Híjole! Le dudo, pero decido al ver la foto de los huevos revueltos. Se ven parejitos. Unos huevos “revueltos” en los que se vea la clara blanca-blanca me resultan incomibles. Estos parecen bien hechos y ¡bueno! Aquí no es ninguna fonda. En otro lugar, le hubiera hecho la aclaración al mesero sobre la importancia del procedimiento de la revolvida de los huevos, previa al sartén, pero no lo hago. ¡Error!

Cuando estoy a punto de sacar cuentas de que mi desayuno ya debería estar comido, llega el ansiado plato. ¡Iba a tomarle una foto! pero era mi hambre y, por lo tanto, mi urgencia de devolver el platillo, era mucha. Se que la mayoría de mis radioescuchas habrían comido así ese desayuno. Lo siento, yo no pude. Explicación al mesero y a la gerente. En una segunda vuelta, la gerente me explica que su procedimiento indica revolver los huevos antes de echarlos a la sartén. Tranquila, le pregunto ¿has hecho huevos alguna vez?

Parece que funcionó. ¡Digo! para que discutir si se hizo o no el procedimiento, era evidente que no. Tarde, pero desayuno delicioso. Un primer desayuno, porque a 30 minutos de despegar rumbo a New York, me dan otro desayuno. Y así fue todo el viaje, comer, luego dormitar, comer y volver a dormitar. Sé que quince horas de trayecto, con todo y escalas, se leen pesadas, pero no, con buena música y la conciencia tranquila, fue una jornada tranquila.

En Shannon, Lucas y su amigo, el doctor D, me esperaban a mi y mi tráfico mexicano alimenticio. Creo que el doctor D estaba convencido de que en una de las maletas iba una hermana mía metida. Mi primera impresión fue no friolenta, húmeda pero no friolenta. El departamento es de muy buen tamaño para ser Europa. Al llegar me di cuenta que vivo sobre un “Bellisimo”, lugar frívolo donde las mujeres recuperamos la autoestima en días importantes. Desde mi comedor, donde escribo, veo el río Shannon. Es grande y caudaloso. Me gusta. Me gusta esto. De no haber sido por los huevos el inicio hubiera estado perfecto.

14 enero 2008

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Yo, siempre diciendo adiós

Aunque muy cansada, no logro conciliar el sueño. Es mi última noche completa aquí. La última vez que me sentí así, fue hace un poco más de cuatro meses, cuando precisamente estaba a punto de venir. Las articulaciones de los hombros, las siento intensamente frías, mi mandíbula está más rígida que de costumbre y, lo más representativo, tengo algo así como un hoyo negro en el centro del pecho. Tal y como sucede en esos fenómenos del universo, éste es capaz de devorarse todo a su alrededor. Cualquier recuerdo, satisfacción, risa, etc,, se aniquila ante su presencia. Nada existe, existió o existirá, más que ésta difícil sensación. Quiero escapar de ella. Cambio continuamente el canal de la televisión. Intento retomar la lectura de mi libro en turno. Finalmente, me seduce la idea de escribir sobre esto. No con intención de explicar, sino que, en la esperanza de que cada caracter tecleado descargue un poco de este malestar.

En septiembre, me asustaba un poco venir, había temas difíciles que hablar, en mi blog había dejado evidencia de que en el 2007 tuve momentos dolorosos. Finalmente, mi estancia duró mucho más que lo esperado, pero no por eso, estuvo sobrado. ¡Una tercera parte de año estuve aquí! Tuve tiempo para platicar con mi nana, ver la novela con mi mamá, abrazar a mis hermanas, desayunar, comer y cenar con amigas, viajar a Panamá, pasar muchísimos momentos con mi sobrina, ir a la boda de mi gran amiga, reencontrarme con amigos de hace muchos años, disfrutar a mi familia, pasar mi santo, mi cumpleaños, ¡en fin! Tantísimas cosas que me provocaron endorfina suficiente para mucho tiempo. Al menos eso decía hoy por la mañana. Sin embargo, ahora solo siento esto en mi centro. Angustia, le dicen. Angustia nocturna.

Creo que no es temor a lo desconocido, es más bien, temor por lo que ya sé que no tendré. No más, de muchas cosas, por un rato. Estaré segura de no ver lugares que querré ver, de no abrazar a quien querré abrazar. Simplemente, no habrá la posibilidad. Será así y lo acepto. Me duele pero lo acepto. Eso si, sé que no todo será gris u obscuro. Habrá nueva gente que luego se volverán nuevos amigos y luego será difícil vivir sin su compañía. Encontraré un lugar agradable para ir a comer en ocasiones especiales. Me sentaré en un espacio y a partir de ahí será mío aunque no esté en mi país. Con Lucas descubriré decenas de cosas más que nos gustará hacer juntos. Conoceré lugares y en cada uno recordaré a alguien, entonces, tal vez, tu, desde aquí, estarás viajando conmigo sin saberlo.

Ya vendré con algún detallito de mi estancia por aquellos lados y contaré lo sucedido. Me voy. Cambio de continente, cambio de casa, mismo blog. Por ganas e intención no hay pex. Yo estoy puesta para partir. Me voy por la misma razón que me fui hace un año, pero con un mundo de diferencia, porque a esta florecita le consta que puede vivir, y vivir bien, lejos del cempasúchil aunque sienta morir sin él. Besitos.


07 enero 2008

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¿Dónde guardo mis ganas de verte?

Antes de viajar, es una buena costumbre hacer un listado de todo lo que hay que empacar. Lista en mano, se va organizando todo por categorías. Finalmente esta lista sirve como “check list” para verificar que todo lo que se quiere llevar vaya en la maleta.

A siete días de partir, mi primera tarea es empezar mi lista. Empiezo por lo indispensable, como mi almohada ortopédica, mi computadora, la sexta temporada de 24 (cerrada aún) y mis compresas. Me distraigo un poco, me baño, me preparo un te de abango para mi gripita y me doy por vencida.

Hay cosas que no tienen lugar en mi maleta. Hay cosas que no caben siquiera en mi lista. Tengo sentimientos que quiero guardar y no sé donde es el mejor lugar. Hay recuerdos que, tal vez, no vale la pena andarlos paseando por el mundo. Busco y no encuentro. ¿Dónde guardo mis ganas de verte?

06 enero 2008

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De dioses e hijos

La zona arqueológica más importante de mi cultura y sólo fue hasta hace un año y medio que lo conocí. La lluvis, la flor más bella del ejido y Lucas fueron el complemento para éste mágico encuentro.

Terminando el 2007, volví y volvió a ser mágico. La distancia y altura que recorrí esta vez, fue mucho menos que la primera vez. Sin embargo, ahora me di tiempo para sentir, oler y escuchar, para escribir al respecto y me cargué de energía con imposición de manos tradicional.

Justo estaba en dicha sesión de Reiki cuando decidí escribir. Resulta que, caminábamos en dirección a la pirámide del Sol cuando descubrí que para llegar a ella, eran muchos los escalones para bajar y subir. Considerando que estaba en la primera semana después de mi última cirugía, decidí hacer un alto y no seguir adelante. Como dice mi abue Logios, “al pasito” emprendí camino de regreso a la entrada.

Descubrí en uno de los patios empastados a unos seres tomando sol o energía, o ambos, y me les uní. Medité un poco e inicié el ejercicio de Reiki que mencioné antes.

- Buah buah buaaaaaaah
- ¡Que te calles de una vez!
- Buah buah buaaaaaaah ¡Quiedo ahsu emita! ¡Quiedo ushu emita!

- ¡Me tienes harta! ¡Cállate!


No se que consejo sigan los que meditan o hacen Reiki cuando un agente externo irrumpe así a gritos, a llantos, a groserías. Me doy permiso de abrir lo ojos. Es una familia, mamá, papá, hija de unos 9 años, hijo de 8 y gemelas de 4.

La niña que llora va del brazo de su hermana mayor. El niño juega con una flecha larga con punta de obsidiana. La otra niña pequeña, va de la mano de mamá y papá.

- Buah buah buaaaaaaah
- ¡Cállate!.
Dice la madre mientras jala hacia arriba el brazo derecho de la pequeña, para tenerla a una altura cómoda para nalguearla.

En cuanto la baja, la hermana mayor, carga a su hermanita y baja de prisa las siguientes escaleras, adelantándose al resto de la familia.

Ante los llantos, gritos e imágenes intento imaginar lo que había pasado y concluyo lo difícil que debe ser padre o madre. Se necesita energía, elevar la voz, no se que tan bien es eso de dar una nalgadita de pronto, pero eso de educar a los hijos es todo un tema. Y es uno de esos difíciles. Depende de estilos, aprendizajes y decisiones de los padres. Depende de la personalidad y conducta de los niños.

Yo misma, sin haber tenido a cargo la educación de nadie, he tenido mis cambios de estilo. Es toda una leyenda que, cuando era niña, muchas de mis llamadas de atención era por llorar “por nada”. En realidad, lloraba porque me dolía mucho que regañaran o castigaran a la Joaquina, creía injusto que le hicieran eso a alguien tan pequeño. Muchísimos años después, con la llegada de los sobrinos he entendido algunos asuntos que rozaban con las palabras “por tu bien” que jamás entendí. Si en algún momento me dejan a la Charolas a mi cargo, y es hora de que duerma, sé que aunque llore un poco, pronto se calmará y tomara la siesta que necesita su cuerpecito.

Es un ejemplo tan sencillo, sin embargo, tan significativo para mi. Educar, todo un tema, que me gustaría experimentar.

- Buah buah buaaaaaaaah
- ¡Vas a ver wey! ¡Pinche miserable! Grita fuera de sí, el papá al hijo.

Educar implicará lo que me digas radioescucha, pero sé que decir esas palabras a un hijo, pongo mis manos y mi nariz al fuego, a que no es.

05 enero 2008

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Quesque el cierre 2007

El 2 de enero del 2007 hice una compilación de lo que había sucedido en el año viejo, el 2006, mes por mes, revisé mis escritos y concluí con que el 2006 me había regalado lo que yo había pedido. Un amor nunca antes sentido. Ese gran resumen se llamó Cierre 2006. Hace unos minutos, me disponía a hacer lo propio para el 2007. Pero creo que se cebó. Se cebó porque tengo una idea mejor.

Resulta que, que en mi Cierre 2006 hago abierta mi petición 2007. Aquel frío día, me atreví a pedir una sola cosa, sabiduría. Hago una pausa y reflexiono. No haré un cierre 2007. No iré mes por mes recordando lo que sucedió. Solo declararé desierto el concurso de sabiduría.

Y no me importa. No me da pena ni dolor no haber alcanzado mi meta 2007. Ese año será recordado por algo más que mi petición. En el 2007 viví la 2da parte de lo obtenido en el 2006. Tuve en mí los sentimientos y pensamientos más intensos que nunca había vivido. Amé más allá de mi misma. Luché con todo y mientras lo hacía lo gozaba.

2007 será siempre el año en que tuve un regalo hermoso, tan divino que no pertenecía a este mundo. Diría Cha: “Aiga como aiga sido”, con nuevos amigos, viajes, amor, estudios y dolor, eso fue lo que verdaderamente marcó mi año. Yo recostada, comiendo naranjas con tajín a las 3:30 am fue lo más maravilloso que pudo haberme pasado.

Lo demás, es lo de menos. Por eso y “muchas cosas más, ven a mi casa esta navidad” jajaja. Por eso, solo puedo decir gracias por acompañarme en el 2007. Por eso, ya no pido nada para el 2008, que venga lo que viene en camino. Aquí o a donde vaya, el destino siempre me alcanzará y yo lo bendeciré por encontrarme.


03 enero 2008

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Desde que llegué

Días alejada de ti, de ti, que has sido lo siempre cercano. Aún en tu ausencia, te sé presente en mi vida. Me vivo presente en tus pensamientos, planes y preocupaciones. Disfrutar el sol en tu nombre, es un poco vivir en ti. Sonreír es hacer lo que te gusta que haga. Así pasa cuando dos mundos se unen, habrán tiempos a solas, cada uno tendrá sus propios castillos con sus propios personajes. Te extraño sabiéndote feliz, entonces, no quiero que abandones eso por el egoísmo mío de abrazarte. Sé que te pasa lo mismo. Creo que esto es amar, sintiendo egoísmo pero, nunca, actuando por él.