El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

24 junio 2011

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Corazón malabarista

Las cosas no andan bien. Y no lo digo porque estén resultando distinto a lo planeado, más bien resultan cual se había sospechado.

A veces decidimos hacer cosas que conllevan una clara penitencia y aún así lo hacemos. Seguramente porque, en una evaluación, los beneficios son mayores que el costo que tendrán. Pero claro, el costo pesa y a la hora de pagarlo es difícil recordar por qué diablos nos metimos en tal situación.

Aún más se complica, si la penitencia tarda en llegar hasta el grado de pensar que en una de esas el destino se equivoca y se carga en otras cuentas. ¡Y cuál! Que nada pasa desapercibido, toda factura busca ser pagada.

No hay mas que apechugar y pagar estoicamente lo que haya que pagarse, y ¡por favor! habrá que hacer un corte para no estar haciendo algo que implique algún costo parecido. La neta, quiero fluir y no arrastrar consecuencias sino, si acaso, cosechar frutos.

Para cerrar, el corazón me dió un vuelco. Así, dió una marometa y creo que quedó torcido. Igual, y ahora combina conmigo.