El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

22 julio 2007

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Soñé que soñé

Un tercer lugar. Para algunos sería un “no primer lugar” o un “casi primer lugar, pero no suficiente”. Para mí, es un gran reconocimiento. Nunca me destaqué en la actividad física, si acaso, metí algunos goles en la prepa y seguí al ritmo las tablas de la porra. Pero nunca soñé tener premios por alguna actividad deportiva. Y resulta que alrededor de mis 30 años, éste es mi cuarto. Me empezó a apasionar el rappel y luego, como consecuencia empecé a escalar. La escalada es demostrarme a cada centímetro que mi fuerza muscular está mejorando, descender es un rápido viaje al placer. Lo hago casi cada mes o dos meses, me gustaría tener más tiempo para hacerlo. Pero no lo tengo.


Sin que fuera un real ascenso, fui promovida a un área más estratégica con proyectos de gran impacto ciudadano. Tengo un buen equipo de trabajo, sin embargo, no somos suficientes, para la cantidad de proyectos, y revisiones a éstos, que necesita el área. Mi tiempo laboral sigue consumido en casi 10 horas de trabajo con alguno que otro par, de lectura en mi casa. A pesar de eso, me siento orgullosa porque de vez en cuando, tenemos éxito y nuestras propuestas no solo son aceptadas sino llevadas a cabo. Cada tres o cuatro meses, eso si, no perdono una escapada al spa, para relajar mi cuerpo y liberar la tensión acumulada en él. Saliendo de ahí, estoy preparada para el siguiente trimestre.


Mi departamento es mi mejor refugio… aunque lo disfruto solo de noche. Cada fin de semana esto me duele, a medio día y aún a las 7 de la noche, cuando entre semana podría yo ya estar ahí, el sol ilumina y calienta mi sillón favorito. Y claro, 2 días no me son suficientes para disfrutar cada rincón lindo que hemos diseñado. A mi esposo, solo lo veo dormido por las noches y cuando en las mañanas estamos preparándonos para ir a trabajar. Los fines de semana yo estoy tan estresada por hacer algo que me relaje y el está relajado eliminando el estrés. A veces, coincidimos en que sería buena idea rentar una película. Y ya! Es lo único que se me viene a la cabeza, de algo que hagamos en conjunto. Ah, si!, vamos al spa y de pronto, vamos a la playa.



Con mis tiempos tan limitados, he dejado de visitar a mi familia y a mis amigos, tan frecuentemente como yo quisiera. A veces quisiera pasar un par de semanas en casa de mi familia, solo disfrutando su compañía y leyendo. Me ha pasado que me entero de cosas que han vivido mis amigas, cosas buenas y no tan buenas, demasiado tarde para felicitar o acompañar. Cuando las veo es solo un intento de resumir mi vida y no logro saber que pasa con ellas. Supongo que cuando no estoy ellas se reúnen y están al tanto de sus vidas. Así que, cuando yo las veo, nadie sino yo, da novedades. Entre llamadas de los maridos y los bebés en carriola, ellas dicen que mi vida es padrísima, y yo, asiento orgullosa.



Un día después de una intensa semana de trabajo caigo rendida…. y tengo un sueño. Estos tres años relatados, nunca existieron, una parte de ellos si sucedió en el pasado… pero desde hace tres años ya no. No solo, no aprendí a escalar sino que nunca volví al rappel. La promoción y el orgullo laboral desaparecieron de pronto. Ya no tenía autoridad, ya no tenía proyectos, ya ni jefe tenía. Del rappel y del trabajo, fui enviada a casa y de pronto a una serie de terapias sin sentido. Una y otra revisión. De un hospital a otro. De una a otra terapia. Sin avances, y con mucho dolor. Cuando era niña me dolía, de pronto, el estómago, era un dolor muy intenso y me abrazaba “la panza!, como le llamaba en ese entonces, y me acostaba en la cama más cercana. Ahora tenía un dolor que empezaba del cuello a cóccix. Podía sentir cada vértebra sin tocarla. Me dolían los brazos y me daba tristeza. ¿Cómo abrazas unos brazos adoloridos?. Debía haber una pastilla, inyección o algo que me quitara el dolor. ¡Algo!



Y dentro de este dolor y confusión, tenía todo el tiempo del mundo para disfrutar cada rincón de mi bello departamento. Mi esposo, acostumbraba a ir a comer a casa. Al principio comprábamos comida y luego, empecé a cocinar. Luego, en la tarde, el llegaba temprano y veíamos la tele juntos. Al principio, también me llevaba a cada una de mis terapias. Luego, se cumplía mi sueño y pude pasar épocas en la casa de mi mamá, disfrutando a la familia y leyendo. Y de pronto, unas dos veces por semana podía ver a mis amigas y sus hijos me empezaban a reconocer. Y ya no hablábamos solo de mí, yo estaba ahí escuchándolas también.



Era una pesadilla… mi mundo laboral, las relaciones, el reconocimiento, lo que yo había elegido, se empezó a desboronar hasta que solo quedó el recuerdo. Mi sueño de hacer rappel más seguido, no ha terminado, sigue latente, encerrado en una caja de metal con puerta de cristal, sin llave. Creo que en letras diminutas decía “Prohibido”. Y al final del sueño lloraba y lloraba intensamente. Había perdido “todo”. Estaba acabada y no había más por qué soñar.



Hoy desperté y soñé despierta, soñé lo que hubiera pasado durante estos tres años. Y lo único que pude ver, es la réplica de lo que había vivido unos años antes. Luego soñé que soñaba lo que realmente ocurrió. Y veo que aquel “todo” que perdí, siempre fue un “todo” limitado a lo laboral y a un deporte. Estar con mi familia me curó de la ausencia de compañía, me devolvió mi sentido de pertenencia en un grupo reunido por sangre y amor solamente. Reír se volvió ese algo que necesitaba para sentir un poco menos de dolor. Y aún era importante, alguien, una hermana o una amiga, necesitaba de mi. La segunda mitad de mi matrimonio, he conocido más a mi esposo y el a mi, mientras intento conocerme como seré ahora. Ah! y el único deporte que se me recomienda se vuelve placentero y adictivo para mí. Lo único que no soñé despierta, fue con el dolor, ese no fue soñado. Está como mi dedo pulgar derecho hace realidad cada espacio entre cada palabra.



Quisiera cerrar diciendo que he ganado más que perdido, lo cual es cierto. Pero no, porque la vida, mientras se sigue viviendo no es tan fácil como sumar debes y abonos. Además sería como decir que cada pérdida es equivalente a cada ganancia, y no. Ni las pérdidas duelen igual que la alegría de una ganancia, tampoco. Las dos existen y una no elimina a la otra. Mientras la ganancia parece darnos alas y elevarnos hacia las nubes… las pérdidas parecen aumentar nuestra fuerza de gravedad. En estos tres años las pérdidas hay jalado hacia abajo y han dolido, y no solo a mi. Mi esposo ha perdido a la mujer independiente, segura, fuerte, exitosa que él admiraba. Yo he quedado con mi tiempo amarrado a mi agenda, a mi agenda de dolor. He perdido la visión de por donde ir. Y lo más doloroso, he perdido una parte de mi, autentica, con latido propio. No, no puedo decir que he ganado más de lo que he perdido.



Lo que si puedo, debo y quiero decir, que parece que ahora que estoy bien despierta… más vale vivir por lo ganado que estar muriendo cada día por lo perdido. Sobrevivencia le dicen! Durante estos tres años he escuchado decenas de veces que Dios me tiene algo preparado. Lo sé, lo tiene preparado para mí y para todos. Y a veces quisiera decir a quien me dice eso… Dios ha estado siempre aquí, "El no me ha dejado, porque aunque parezca que he perdido mucho, he ganado cosas que me dan lo que no tenía antes… paz." Y es el mismo Dios, que me ha enseñado que en días que amanezco triste por lo perdido, puedo escribir sobre lo que hay en mi mente, y que al poner el punto final, yo sola he logrado eso… paz.

16 julio 2007

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Dos bodas y un funeral

Soñábamos con lo que sería nuestra vida a los 20´s, luego a los 30´s… Sabíamos y callábamos los secretos de la otra. Nos divertíamos mucho juntas y tratábamos de arreglar el mundo… Pero, llegó una época, hace 6 años, en la que dejamos de compartir cosas. No por la distancia, no por dejar de comunicarnos… solo así, ella dejó de estar de acuerdo en algunas cosas y yo dejé de estar de acuerdo con otras. Vimos mal la postura de la otra y nos ofendimos y, ofendimos.


Aún así, yo cumplí ilusionada con el sueño de que ella fuera madrina en mi boda y ella voló desde muy lejos para estar ahí. No se puede borrar el cariño de 15 años de amistad. Yo no puedo, y ojala nunca pueda hacerlo. Nunca volvió a haber insultos, solo silencio y un día cuando nos volvimos a ver, al sentir su mirada, me entristecí. Algo muy malo, que no recuerdo, debí haber hecho. Tal vez cometí una bajeza imperdonable. Me di cuenta, que en algunas historias, el tiempo no cura las heridas.


Hoy me dicen que se casó hace dos días y lo primero que digo, ¡no, no puede ser! ¡Yo lo hubiera sabido! Pero no, no lo hubiera sabido. ¿Cómo? Diría yo, ¿Por qué? Diría ella. Y me duele que aunque los caminos o los valores que te llevan por los caminos, nos hayan separado, yo esté completamente fuera de su historia reciente. Lo sé, soy una estúpida sentimental. Pero que quieren, me duele no entender lo que sucedió hace 6 años, me ha dolido su mirada lejana a la indiferencia, me dolió su ausencia en las muertes de mi vida. Respiro, recapacito...


Alguien, a quien le tuve mucho cariño y lealtad, está iniciando una etapa de su vida. Seguramente esta ilusionada y feliz. Eso es suficiente para no sentir nada más que buenos deseos, buena energía para que tengan mucho éxito, que formen una familia llena de amor y unión. Este fin de semana los llenaron de bendiciones y tal vez la mía no les haga falta, pero la tienen y junto con todas las demás le ayudaran a que su camino sea con las menores piedritas posibles y lleno de banquitas con sombra para descansar en los momentos que se siente que es difícil continuar.


Hoy recordé mi boda, pensando en la boda de mi amiga. Y empiezo, muchos años después, con el duelo que sigue a un funeral… RIP a nuestra amistad. Dicen que el que fallece, no muere y vive en quien lo recuerda, entonces, muere mi oculta ilusión de que algún día hubiera borrón y cuenta nueva, y sobreviven las buenas historias y todo lo bueno que en su tiempo me dejó esta amistad.

15 julio 2007

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De piedra, la cabecera.

El occidental latinoamericano se presenta como interesado en alquilar el departamento en renta. No está mal, desde su punto de vista. Tiene todo lo necesario para vivir cómodamente. Solo tiene un inconveniente, que en sus circunstancias, se vuelve un grave inconveniente, si es que no se puede arreglar. Tanto, que a pesar del buen precio y ubicación, decidiría no rentar ese departamento.


No, no se puede cambiar esa condición. Quien lo atiende, y seguramente no es el dueño, le dice que no se puede.


- Sabe, es que soy casado.


- Ahh, al lado de la cama, hay espacio para que su esposa ponga un tendido y se acueste ella ahí. Dice la recién aparecida esposa del que lo atendió y la cual le insiste en quedarse con el departamento.


Latinoamericano, para ser más exactos, mexicano. Nacido y educado en el centro del país, en el más puro tradicionalismo, pero evolucionado ante un mundo de diferentes condiciones, pensó dos segundos en que contestar y sobre todo, cómo contestar, pues el comentario de la señora de origen hindú, no había sido una broma, sino la práctica solución que, en su cultura, darían al problema del interesado en el departamento con cama individual.

Pasó por su cabeza el contestar que en su cultura es distinto, a la mujer se le proporciona mayor comodidad que al hombre. También pensó en que ella tenía ciertos problemas en la espalda que requerían de ciertos cuidados. Y antes que pudiera decir algo, el hombre fue quien calló a su esposa:


- Ella está embarazada. Dando a entender a ambos que por eso la ausente no podría dormir en el tendido y al mismo tiempo hacía la seña universal de “no te metas” a la acomedida esposa.


Finalmente encontró no un departamento, sino una casa. Con más espacio del necesario y bastantes comodidades. Sin embargo, aquí no conocen a Cuco Sánchez. Y no pensamos en ello, al rentar una casa amueblada. Después de 4 noches, concluí que una cama de agua sería más firme que mi cama actual. Probamos el colchón inflable y los cojines inferiores de la sala de tele. Estos fueron los elegidos.


Y no habiendo razones para no hacerlo, tal como vaticinaba la hindú, la mujer, o sea yo, acabó haciendo su tendido, mientras el hombre duerme plácidamente en una enorme cama. Y entre líneas, puedo imaginar que mi espalda, aún en tendido, es más sana que su espalda en cama aguada. No cabe duda, a los ingleses les caería bien saber que, de piedra ha de ser la cama.


12 julio 2007

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Amada soledad

Gracias a la tecnología y las decisiones del hombre, tengo un lugar alejado de las circunstancias. Un espacio donde puedo estar, sin estar haciendo nada o estar haciendo cualquier cosa. Hasta ahora he dormido a media tarde en santa paz. También en encontrado la paz de orar. He revisado artículos y puesto un poco de orden para mi monografía. Me ha servido para platicar con familia y amig@s. Y, ahora, uso este espacio para estar escribiendo.

Seguro no soy ermitaña, tampoco antisocial, pero lo que si es cierto es que adoro tener un espacio para estar, estar a solas. Mi “yo” necesita un lugar con pocos estímulos para ponerse en orden, o incluso para estallar sin afectar a nadie con malas vibras. A veces necesito solo unos momentos a solas en un día, o tal vez, llego a necesitar muchas horas.

Creo que si estoy en paz, cuando estoy con la gente o estoy viviendo más estímulos, los puedo disfrutar más. Si mi relación más intima está clara, mi relación con el mundo fluye. Afortunadamente, ahora tengo este espacio y estoy muy agradecida. No hay que negociar nada, mi espacio no depende de la agenda de nadie… está, y está para mi, para yo estar.

Fuera de ese mundo de buscada soledad hay un universo, lo sé. Lo vivo, lo disfruto y lo sufro. Así, con muchos sentimientos. Justo ayer, vinieron dos amigas mexicanas a visitarnos. Trajeron alegría, historias, pastel y flores. Estoicamente permanecimos despiertos para ver el partido México- Argentina. Empezó alrededor de las 3 de la mañana. Y sí, disfrutamos las posibilidades de gol mexicano y sufrimos los tres goles argentinos y todas sus posibilidades.

Yo insisto que debería haber un mundial de charreada, y a ver sino ganamos el título mundial!! JL dice que también podría haber otro de tequila. Daniela propone que un mundial de albures también sería como pan con mantequilla para nosotros. Estaremos redactando la propuesta a la CONADE, para que Hermosillo empiece a organizar los mundiales que harían a México un digno campeón.

03 julio 2007

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365 días

Las cosas que pasan en un año! Uts! Y las cosas que pasan hace un año! Hoy hace un año fue un día de los que difícilmente se olvidan en la vida.


Era el cumpleaños de la Lluvis y justo estábamos juntas en esos días. Era un día de incertidumbre. De amigos y familias rompiéndose en dos o en tantos pedazos como partidos políticos siguieran sus miembros.


Recuerdo que ese día comí una hamburguesa de Mardavi´s (uts, quiero una!!) y cené sushi. Ese día también a parecí en una improvisada fiesta, desde donde le pedimos consejos a Amira. Al día siguiente, o sea, mañana hace un año, me sentía sumamente feliz. Igual que hoy, había cosas por hacer y mal entendidos por arreglar, pero yo, estaba contenta.


Al recordar, pienso que la felicidad se vive con mayor facilidad si los componentes químicos necesarios. Siempre hay tristezas, problemas, historias. Pero si hay cerca amor, fraternal o de pareja, una comida que realmente me gusta y comparto mi tiempo con gente que quiero, las endorfinas suben y el bienestar se siente. No voy a quitarle el mérito a Quien finalmente me diseñó y que ahora permite que de manera muy rudimentaria experimente paz.


Es tan sencilla la fórmula, que no sé por qué frecuentemente la olvido. Tal vez, necesito estar solo en eso para que funcione. Quizá del otro lado de la acera es muy triste el panorama y cual caballo solo me permito ver este camino. Voy a seguir dándole vueltas hasta responderme. Por lo pronto, seguiré caminando sobre mis pasos y repitiendo la fórmula y la Veneración.

"Que tus acciones no trunquen tus sueños"... también andaré pensando en eso.



01 julio 2007

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¿Qué pasa?


En esta vida de hombres y mujeres, suceden cosas que están lejos de nuestro entendimiento. Por fortuna, hay quienes conseguimos un poco de Fe y nos olvidamos de preguntas innecesarias que esconden reclamos estúpidos. Hace años dije que gracias a los momentos buenos y malos que había tenido en la vida, justo por esos momentos, era lo que era, orgullosamente.


Hoy, no me siento muy orgullosa de lo que soy. Creo que para sentir orgullo de lo que eres, es porque estas parado justo ahí donde soñabas, o incluso en un lugar mejor. Porque desde esa posición sabes que puedes conseguir metas, entregar y recibir lo que creas justo. Y no, no estoy ahí. Esto, es en gran medida, porque sigo creyéndome en transición o transmutación, no lo sé.


Aún así, estoy consciente de que estoy aquí, que soy al igual que mis lectores, una sobreviviente. Raspada, despeinada y a veces, hasta sonriente, he salido de esas cosas que están lejos de nuestro entendimiento. Estar aquí y tener aún un poco de cordura me hace volver a agradecer. Lo que ha pasado hasta hoy en esta, vida mía, hace que hoy quiera saber lo que pasa en el mundo, me mueve para amar a mi gente y me ilusiona a tener sueños y alcanzarlos. Si eso pasa gracias a las cosas que están lejos de nuestro entendimiento, pareciera que voy entendiendo un poco. Pero sé que no importa entender, ¿a quien le importa entender? cuando hay tanto que sentir, ¿a quien le importa quejarse? habiendo tantas cosas que conocer, ¿quién se atora en las cosas que están lejos de nuestro entendimiento? cuando hay tantas sonrisas por compartir.


Mientras escribo escucho y veo de reojo el concierto en honor de Diana. Sería su cumpleaños número 46, el décimo que ya no celebró con vida. Y me parece maravilloso que en lugar de escenas de su muerte, de reproducir los chismes que hubo alrededor de ella, se celebre una fiesta. Un evento que a ella le hubiera gustado, según sus hijos, quieren que sea la mejor fiesta de cumpleaños que nunca haya tenido.


Además de buena música, se intercalan entrevistas “Diana y yo” de gente que estuvo en contacto con ella. Gente que relata lo que hubo detrás de la fotografía en la que Diana le está dando la mano. Y aunque una y otra vez se repite que el evento es una celebración, hay quienes de pronto dejan salir una que otra lágrima.


Y eso es lo que hacía Diana en vida. Gracias a que era perseguida por los medios, tuvimos acceso a escenas que conmovían. Me acuerdo bien, que los medios resaltaban cómo Diana no solo visitaba a los enfermos de SIDA, sino que hasta les tocaba la cara!!! En ese tiempo era noticia, hoy espero que ya nadie haga comentarios al respecto. Recuerdo también su lucha contra las minas antipersonales. Me impresionaba la cantidad de niños, mujeres, ancianos, hombres que habían perdido una o dos piernas. Inocentes que sólo con caminar se volvían víctimas. Diana y su legión de periodistas daba a conocer al mundo ésta triste situación


Eso es lo que hacía Diana, no me importa si anduvo o no con su guardaespaldas o si se iba a casar con Dodi. Ella tenía los reflectores internacionales encima y pudo dirigirlos un poco a donde deberían estar. En las cosas que realmente importan. En las cosas que hay por resolver. En los lugares donde hay que ayudar. En lo que hemos dejado hacer.



Por eso se le extraña, porque no hay mucha gente que nos robe de la mundana vida y nos involucre en luchas por una humanidad mejor. Es cierto, las enfermedades, las guerras, la hambruna siguen, solo que ahora parecen tan lejos. Los medios vigilan a Paris Hilton en Hawai, están pendientes de una decena de muertes violentas al día y olvidan las miles de muertes por hambre.


En fin… yo vuelvo a escribir, Diana tiene la mejor fiesta de cumpleaños y en el mundo siguen sucediendo cosas que están lejos de nuestro entendimiento. Lo importante creo que viene después.