El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

29 agosto 2010

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Navegante de arena, tierra y mar

Con una sarta de preguntas y unas pocas respuestas, llevo mi maleta a este viaje de la vida, quiero ir con el viejo sabio para que me descubra los secretos del agua y el aire y, de paso, del corazón. Quiero preguntarle si los Mayas tenían razón o si la tierra seguirá redonda, o vendrá alguien a cambiarla de forma, pero más quiero preguntarle cosas del alma, cosas que no fácilmente son dichas o hasta se olvidaron en algún espacio publicitario.

Quiero caminar por Compostela no por el solo hecho de cumplir una manda o prometer una vida pura, quiero hablar con los andariegos, que ellos me digan a que sabe la fe, que me enseñen el camino de la coherencia, que me enseñen el agradecimiento más no los pliegos petitorios de un luchador sin causa.

Quiero irme de mochilazo a los paradisiacos y recónditos rincones de mi mismo, disfrutar mis albas y mis más obscuros anocheceres, hasta esos son placenteros. Quiero andar por mis veredas borradas por la soledad, quiero escalar la certeza de que en el puerto de mi fe espera ella para navegar por el mar de mis vacíos, sólo quiero saber que sabe que en mi corazón cada día es un buen día para verla llegar.

Soy feliz de haber conseguido la autorización para publicar aquí, algo de él. Se los dije en el post Toc, toc, enamora con sus letras. Mi detector de talento literario se acciona en cada uno de los escritos que comparte conmigo. ¿Verdad que debe dejar atrás esa timidez egoísta y debería llenar almas con sus letras? Lo mismo le digo yo. Veamos si en bola, lo hacemos recapacitar. Gracias.

25 agosto 2010

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Cobarde soy yo

¡Ah, no! Era "culpable soy yooooo" No importa, dijera lo que dijera esa canción, yo si soy cobarde y mucho. Lo malo es que no soy cobarde combinado con algún otro defecto que hiciera que la cobardía dominara mi vida.

No me gusta sentir miedo. Mucho menos dolor. ¡Uy! Angustia menos. Estos o algún estado pariente, los evito. Les huyo y si es necesario, lo hago con todo lo que soy.

Lamentamente, no siempre lo puedo hacer. No siempre puedo dormir para no sentir. No siempre puedo dejar de ver lo evidente. No siempre dejo de hacer lo que quiero hacer, aún traiga consigo dolor, angustia o miedo.

Los odio y les pongo cara. La vida es más linda sin ellos.

23 agosto 2010

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Toc, toc

Después de varias fiestas y reuniones donde nadie pregunta por una pareja, comprendes que la gente que te rodea ha aprendido a verte en soltería. Tu lo hiciste antes, pero que lo hagan ellos ayuda mucho para no darle vueltas a un asunto pasado y superado.

Empiezas a ser convocad@ a las reuniones de solter@s, y a ser escindid@ de las reuniones en pareja. Entras en un mundo nuevo. No vuelves a la pasada soltería, ésta es distinta. Te asusta que el mundo parece diseñado para estar en pareja. Te anima la libertad de acción. Te entristecen los recuerdos. Te acompañan las buenas experiencias. Es un contínuo sube y baja individual, porque has vuelto a ser sólo tu.

Estas tan inmers@ en este nuevo estilo de vida que olvidas que es temporal. De hecho, asumes que será para siempre. Ser tú en la individualidad, sin esa pareja de quien separaste, pero con nadie más. No hay manera de que imagines otra mirada de complicidad. Descansas de enfocar tu atención en una sola persona. Disfrutas dos días la soledad, la sufres una noche.

Un día, despiertas y descubres que lo vivido no es la vida, es transición. Entonces una idea cruza tu mente. Podrías estar list@ para equivocarte otra vez, incluso para no hacerlo. Has hecho cambios importantes en tus hábitos, pero te salta la curiosidad de cómo serías ahora como pareja. Crees que no cometerías los mismo errores. Imaginas hacer las cosas simples en compañía. Empiezas a olvidar tus miedos y a rescatar lo que te hace sentir cómod@.

Encuentras un amigo y le cuentas ésto, le dices sentirte list@ para salir con alguien. Platican un rato y concluyen que es un buen tema para escribir. Tu lo haces aquí en tu blog. El escribe mejor, en un tono natural y romántico pero es tímido todavía para mostrar su enorme talento. Ya tendrá su tiempo y será aplaudido.

Por ahora, lo importante es realizar el ejercicio de escribir respecto al tema de abrirle la puerta al amor. Un amor que tal vez no tiene cara, pero si esencia. Un nombre que no se repite a toda hora pero que ya se escribe en algún lado. Una intención que despeja la vereda para que, de donde tenga que venir, venga esa persona con la que volverás a intentar amar.

Es un placer tener amigos que vuelcan sus almas en páginas tan etéreas y locas como las mías. Gracias.

18 agosto 2010

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Un piojo virolo

La vista empezaba a nublarse hace un par de semanas. En los últimos días se volvía más evidente. Ilusa, no puse atención a tiempo, olvidé que la juventud no exhime de problemas graves de salud. Anoche fueron las primeras muestras de que algo estaba pasando, algo importante. Flashes intensos, hoy, flashes de colores y después... después nada. Obscuridad total. Vida, pero en la obscuridad.

Ya fue requerida la ambulancia,
el piojo luce bien, pero sin imagen en su pantalla. Es difícil saber que opina en su autodiagnóstico, mismo que se estaba ejecutando cuando todo se volvió en segundos rojo, verde, azul y... nada. Tal vez ya dió lo suficiente, tal vez su ciclo se cerró. Cosa que entenderé.

Lo que temo y temo con mucho dolor es que por alguna razón que alcanzo a sospechar, cuando mi compañera o compañero de batallas cibernéticas enferma gravemente o muere, algo en mi vida se pone intenso. Cómo no recordar cuando la cuaresma perdió completamente la memoria, o en el verano pasado, cuando de plano murió. En aquellos momentos, la pérdida era grave, pero había otros duelos intensos que vivir a la par.

Tengo miedo. Y quienes saben de Dioscidencias, de mis sueños premonitorios, de esos momentos en que pudo haber sido terrible perder a mi enlace con mi mundo, sabrán de mi miedo de hoy.

Que el piojo se salve sería excelente noticia, que venga sola esta experiencia, sería lo ideal.

07 agosto 2010

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Hay muchas cosas que no quiero

01 agosto 2010

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LOS GRITONES



Faltaron los grillos y las bolas de desierto · · · XD

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Cocinando esperanzas

A veces, dormir ayuda a escapar. Otras tantas, el peso de las cosas es tanto que hasta a Morfeo cansan y éste sale huyendo, se esconde y no hay manera de encontrarlo. La música ayuda a bailar la mente lejos de lo que la perturba, sin embargo, también engancha con algún acorde o palabra aquello de lo que quiero alejarme.

Escribir, cocinar y escuchar música, todo al mismo tiempo, es la mejor combinación que he descubierto hasta el día de hoy. Una pasta se coce, empieza a emitir olor... la música toca aleatoriamente y yo aquí frente al teclado describiendo mi realidad tratando de no mencionar mis preocupaciones.

Sin embargo, son ellas las que me hacen querer dormir, bailar, cantar, cocinar, escribir... correr. Nada que no le pase a alguno de mis lectores. Nada que no me haya pasado a mi misma antes. Pero nada, también, en la mezcla de factores de lo que hoy soy y donde estoy.

Yo estoy más plantada de lo que estado en casi cinco años, de eso no hay duda. Pero la vida tienen sorpres siempre, para ti y para mi. En mis rollos propios de lo que soy, todo manejable, nada de gravedad, vienen los de batas blancas a repetir esa palabra que ha sido una piedra en el zapato familiar.

Podríamos ser las menos susceptibles al temor. Podríamos ser las que no se romperían al escucharla. No sé mis hermanas y mi madre, pero yo no. No me pasa lo que esperaría que me pasara. Esa palabra tiene toda una carga emocional, un montón de preguntas y un montón de lágrimas.

Pero hay que hacerle frente desde cero, sin historias y al mismo tiempo personalizado. Mi mal sobreviviente parte objetiva cree que mi abue va a estar bien dependiendo de lo que decidamos y mostremos el resto de la familia. Alimentaré esta parte y mandaré al baúl a esa serie de escenas que me persiguen desde que volví a escuchar la palabra.


Respiro y terminaré de preparar la pasta, que espero me quede "al dente" y esté deliciosa, mi cuerpo y mi alma necesitan recibir alimento... porque ¿qué más puede ser la esperanza, sino un alimento para el alma? De esa quiero porción doble.