Si, en la madre. No en la general, la que nos rayamos unos a otros en broma o enojados. No. No cualquier madre. Si hoy digo ¡en la madre! No pienso en otra madre que en la mía. Y la expresión, no es otra, sino de sorpresa y orgullo. La madre ¡mí madre! mañana agarra maletas, almohadas e hilos rusos y se encamina a Inglaterra.
No estoy segura que el trono británico lo merezca, pero ya está, ella viene.
Así que si México me quiere mandar abrazos y flores, el miércoles muy de mañana parte.
Que bien pilarica dejame saber si tienes algun antojo para mandarte ademas de besos y abrazos, que esos ya van por adelantado.
ResponderBorrarYa te cayó el chahuistle, manaza, jejeje. Saludos a la señora madre y al mareado.
ResponderBorrarOye, mándame las fotos peluconas, no seas gacha.