Los días alrededor de este calendario son dolorosos, son
irreales y son difíciles. Es imposible no imaginar como sería la vida ahora de haber
sido distinto todo hace seis años. Hay momentos
en que me siento sobre puesta, en que me asombro de la naturaleza humana al
encontrarme sonriendo, durmiendo en paz y amando, después de haber tenido un
dolor tan grande. Así son los finales de
julio y los principios de Agosto. Pero
también, esos días pasas cosas mágicas que no solo restablecen mi paz y Fe,
sino que, me dejan en un nivel de mucho
mayor comprensión y amor a la vida.
Hace unas semanas que disfruto a mi sobrina, la única de
sangre que tengo. Al decir disfrutar
quiero expresar aprender, explicar, reír y mil verbos más. Siempre he dicho que la energía de los niños
me da vida y eso es lo que me da con mil cosas más un solo abrazo de mi
niña.
Hoy desperté cansada de un día de Parque con ella y 3 niños
más. Cansada rico, cansada triste. En eso estaba a media tarde todavía, cuando
sonó el timbre.
-
Hola Tía
- Soy yo, tu sobrino.
- Soy yo, tu sobrino.
El hijo mayor de la Toña vino en bici a conocer el huevo y a
saludarme. Él es uno de mis sobrinos que mi corazón ha adoptado. Ese corazón que ha disfrutado muchos
momentos con ellos, menos de los que me gustaría poder vivir, pero que dejan
profundo amor en mi.
Después de platicar un rato nos abrazamos y nos despedimos y
al cerrar la puerta agradecí, sonreí y lloré de la maravillosa sincronicidad de
la vida. Ni El, ni su mamá saben qué días son éstos… pero Dios si.
Mi niño, nunca voy a olvidar que hoy me hiciste un gran
regalo, te lo dije, me hiciste el día y, no te lo dije, pero me pusiste
mertiolate en el corazón. Amiga, gracias por compartir conmigo tus más
preciados tesoros.
La vida tiene sus equilibrios en donde, casi, alcanza un
saldo a favor.

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