Siento

No todo es como parece. La gente se conforma con un "bien" cuando pregunta que cómo estoy... y yo se los agradezco. Yo finjo estar bien y ellos finjen que me creen. En realidad, creo que estoy bien si me acuerdo lo que es saberse mal. Así si estoy bien. También es cierto que estoy de peluches otros días que no sean hoy.

Soy menos independiente del mundo entero de lo que yo quisiera. Pocos detallitos me pueden quitar lo peluche de la cara. Que si te perdiste de vista, que si hizo frío, que si me duele la muela... en fin, cosillas que son nada comparadas con el cosmos que tengo para sonreír. Pero no, el mundo emocional mío no funciona matemáticamente, ni con balanzas que ni la justicia sabe equilibrar.

El mundo que me mueve y al que muevo es mañoso como el solo. Basta una cosa de nada para que se me cuelguen las orejitas y me lagrimeen este par de ojos tan chulos que Dios me dió. Hoy es un día de esos. He sonreído al escuchar de lejos como la nana trae marcador personal de 3 años de antiguedad y menos de un metro de altura. Sonrío leyendo noticias absurdas como que Juanito volverá esta semana a Iztapalapa, o con el madrazo que le dieron a Berlusconi y que muchos alabamos. Sonrío pero arrastro el alma.

Bastó que me dijeran que sonaba triste para que se abriera la presa de mis ojos y mi pecho dijera: "ay wey, si es cierto". Ni me apuro, ni me espanto, tengo derecho a ser lo que sea, hasta a ser lo que soy el día de hoy. Aunque, confieso, que me gustaría dejar de sentirme así ¡porque no hay derecho! el sol está lindo, estemos donde estemos pero estamos, hay harto que disfrutar...pero, en fin, ni modo de no sentir.