El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

10 octubre 2006

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Como estoy en Birmingham

Respirar aquí me recuerda a mis mañanas de campamento. Olor a bosque, olor a humedad, olor a libertad. El frío es como el de una mañana en la sierra, pero aquí permanece todo el día. Por la noche aumenta un poco. Alrededor del departamento donde vivimos, hay muchos, muchos árboles. Mucho césped. Y, un lago. No es de cuento? camino menos de 50 metros y hay un lago. Ahí viven patos y cisnes que, me dicen, son de la Reyna. Reales o no, dan magia al lago.

Para llegar al centro de la universidad hay que caminar unos 8 minutos. En el camino puedes toparte con estudiantes, estudiantes o, con estudiantes. Escuchas en ellos el inglés británico (el cual siempre me ha parecido lindo, elegante), el italiano, el árabe y con un poco de suerte, el español de España.

La escuela de idiomas está cerca de donde vivo. La alberca a la que iré a nadar también esta muy cerca. Justo para caminar e ir calentando. Aún no he ido a inscribirme en nada. En realidad, creo que, al escribir esto, es mi primer periodo completamente consciente. Ya conozco los lugares, pero aún soy un ente sin registro en nada.

El departamento es lindo. Los muebles son los necesarios. Hay dos escritorios, así que cada uno tiene su espacio para estudiar o estar. La cocina esta equipada y es nueva. Tiene buen espacio, mejor que el de mi último departamento de Mx. El baño es amplio con una cabina de regadera padrísima. El agua cae deliciosa.

Aún no encuentro lo delicioso de comer aquí. Y sé que soy de buen diente. Y disfruto mucho comer. Tal vez es cuestión de acostumbrarme. He notado que la comida aquí es condimentada. Y yo odio el condimento. Compré un aderezo “italian” y sabe a pimienta molida, que horror. Cuando me acostumbre a los sabores, aviso.

Estoy en una sensación permanente de descubrir. Y cada cosa, persona, lugar me parece que tiene un mensaje oculto que debo encontrar. Podría llamarle ilusión o expectativa. El punto es que estoy flojita y cooperando con la situación.

En resumen, mis sentidos dan el veredicto. La vista esta extasiada. El olfato está disfrutando del olor que más me gusta en la vida. El tacto está descubriendo. El oído está disfrutando mucho el acento británico. El gusto, sufre, pero, conociéndome, pronto gozará. Mi sexto sentido, me dice que es una bendición estar aquí.

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