La vida está llena de anécdotas. Las hay para reír, para que te echen carrilla el resto de tus días y las hay para ambas. Hoy por ser el día que es, cuando los amigos serios te dicen que te quieren, develaré una de esas anécdotas, de las de tercer tipo.
Eran los años mozos de la escritora (yo, pues). Tendría unos ocho años. En aquellas épocas los niños salíamos libremente a jugar a la calle. Aquel día, mi hermana mayor y yo, salimos con amigas a patinar.
Eran los años mozos de la escritora (yo, pues). Tendría unos ocho años. En aquellas épocas los niños salíamos libremente a jugar a la calle. Aquel día, mi hermana mayor y yo, salimos con amigas a patinar.


Aclaraciones
1. Los niños de las bicicletas no eran desconocidos, eran vecinos. Nosotros eramos el bando de niñas y ellos de niños.
2. El galán, porque de que era guapo, lo era, no consiguió darme el beso a pesar de que yo me resbalaba pegada a la pared por los patines.
3. Mi hermana mayor no usó un bat, y que yo recuerde no le pegó a nadie, digamos que usé recursos gráficos y literarios para reflejar su furia al defenderme.
4. Lo chillona siempre lo tuve, pero desde entonces no hubo reparo en llamarme así.
Obviamente la risa ya venía años después, lo delatora y chillona se quedó una buena época cual letra escarlata en mi pecho.
Fue lindo recordar que en aquel intento de beso no sentí nada de maripositas ni cursilería alguna, que dicen que se siente. Yo sentí pavor, pánico. Sonrío al recordar que mi hermana mayor salió en mi defensa. Y me ataco de risa al contar que todavía pasaron unos cuantos niños antes de que yo dejara de llorar porque uno me buscara.

me has hecho reir.. hacía mucho que no recordaba eso! jaja!--- tal cual fue!
ResponderBorrarJeje yo también me reí mucho al hacerlo. Q buena anécdota nos cargamos jeje.
ResponderBorrarY no se te antojaba darle beso al guapo sin que supiera tu hermana?
ResponderBorrarSi no se trataba de que estuviera cerca mi hermana... yo no quería, ve tu a saber por que. La neta es q era yo muy niña.
ResponderBorrarestá padrisimo la mini-historieta. Ni modo, la chillona es un tierno apodo!
ResponderBorrarHola Pucca,
ResponderBorrarHe venido de visita y me encuentro con este maravilloso relato de besos y lágrimas... ¡qué fantástico!
Saludos y gracias por visitar y dejar tu presencia en mi blog.
Un abrazo,
Muchas gracias Aleita y LaClau que rico se siento al saber que lo hago gusta. Jajaja el apodo ya solo me lo dicen para molestarme jajaja. Gracias por visitar el Lienzo del Alma.
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