El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

10 abril 2008

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Kit Básico para la hospitalización




Hace unos cinco años anuncié a mis amigos que había descubierto una nueva manera de aprender y disfrutar la música clásica. Recuerdo que era mucho mi entusiasmo, realmente creí haber descubierto algo enorme. Por desgracia, esa alegría y el fundamento de mi teoría, no lo documenté y con las cosas que vinieron después, la dejé.

Pero déjenme que les cuente que tiene que ver la música y un hospital. Para empezar, cuando me avisan con tiempo de que iré a parar a un nosocomio, armo un kit básico que me acompañará. Este equipo, no tiene nada de shampucito o cremita, esas cosas ya te las dan en un paquete de bienvenida.

La experiencia que me respalda, me da la autoridad moral para recomendar este kit, y ya cada uno hará sus ajustes según su personalidad. Ahí va:

Música clásica. No cualquiera sino específicamente de dos tipos. Una relajante y otra motivadora. Para momentos de ansiedad y para conciliar el sueño, hay que escuchar alguna recopilación “para dormir” de esas que ya venden. La música motivadora es para levantar el ánimo antes y después si hay cirugía, y para levantar el ánimo en momentos difíciles, para esto, no hay dos, Mozart es la neta. IMPORTANTE: Sea la música que elijas, revisa el índice y checa que la que te lleves al hospital sea en “mayor”. Yo sé lo que te digo, si cargas con música en “menor” los efectos serán contrarios a lo que buscas.

Cuaderno. Por espacio, lo mejor es uno profesional. Lo podrás usar para escribir lo que piensas o sientes. Para apuntar cosas que le quieres pedir a alguien que no está en ese momento en el cuarto contigo. Para dibujar o para jugar gato y timbiriche. ¡Ah! y para apuntar ahí las recomendaciones que da el doc.

Colores. Yo prefiero las crayolas, por su imperfección de trazo, tal cual como mi facilidad para el dibujo y sobre todo, son más divertidas. Se usan para rayonear o dibujar mientras escuchas la música. Además con eso escribes en el cuaderno, para eso usa de preferencia el color morado. También te puedes llevar una sorpresa al descubrir que algún visitante las agarró para dejarte un “recupérate pronto” colorido en tu cuaderno.

Antifaz. A veces los aparatos o las mismas cortinas del cuarto, dejan pasar algo de luz que no ayuda a tener un buen descanso. Y sumándole la mano amarrada al suelo, no son las mejores condiciones para dormir, así que un antifaz es muy útil. Además si te los pones es una sutil señal para tus visitantes de que necesitas echarte un coyotito.

Cremita para lo pies. Ya lo he dicho, para agarrar sueñito yo necesito cremita en los pies y calcetincitos calientitos.

Aroma de lavanda. Ya sea en jabón, aceite o spray para la almohada, el olor de lavanda cerca de tu cama ayudará que estés tranquis.

Lista de tareas a hacer. Hay cosas que siempre he querido hacer pero no me dado tiempo, y unos días en el hospital si tienen algo, son precisamente tiempo. Por ejemplo, siempre me quise aprender lo que dice Lupita D´alessio en su canción “Mudanzas”, ya sabes, eso de “porque soy mujer como cualquiera, con dudas y defectos, con amor y desamor…”. Bueno pues cargué con ese cd y pase la canción a mi cuaderno, la ensayé y la ensayé hasta que me la aprendí.

Loción astringente. Recibir visitas en batita sexy de hospital ya es bastante incómodo. Y con cero maquillaje. Para sentirme fresca y con buena cara, instalo cerca de mi, toallitas desmaquillantes o loción astringente.

Libro. Debe ser uno que sea apasionante para que realmente te aleje mentalmente de la cama del hospital. Yo empecé a usar los libros de Germán Dehesa, que son recopilaciones de su columna, es divertidísimo. Pero un día, los leí todos y tuve que pasar a otros autores. Una buena novela aplica también.

Bolsita espiritual.
Yo soy CAR, pero creo que sea la creencia que sea, es válida la recomendación. Tengo una bolsita, de esas Ziploc, donde guardo mi mini rosario y mis estampitas de santos. También cargo con la Biblia. A veces ni la abro, pero es como Dios, no necesitas hablarle, ahí esta cerca de ti y eso es suficiente para sentir paz.

Obviamente el cdman o el ipod son básicos, sino pues cómo escuchamos la música ¿no?

Si creen que tener crayolas y tanta cosa, hará que las enfermeras y uno que otro visitante se ría, tienes razón. Si, el kit puede dar pena. Pero el hospitalizado es uno, y los que tienen que estar súper bien somos nosotros ¿no? Yo por eso, me aguanto, y con el tiempo, ya ni pena me da.

Si tienen chance, antes de hospitalizarse vayan a que les hagan una terapia de Reiki, sino, échenme un grito y yo se los envío.

NOTA : con mi relato me he acordado un poco de mi descubrimiento, ya daré noticias.

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