El blog de Pucca está en obras. Vuelvo pronto, ya casi queda

11 abril 2008

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Los papás

Si imagino una familia de las que se decían hace 20 años como funcionales, pienso en el papá que trabaja y en la mamá que se queda en casa. El papá, está poco en casa, está afuera, trabajando para proveer al hogar. La mamá alimenta y acompaña a las criaturas en sus tardes.

Gracias al papá tenemos acceso a un buen colegio, a atención médica y a un buen estilo de vida. Aprendemos lo valioso que es estudiar y poder ganarse el dinero. Vemos en el lo que es la responsabilidad. El sabe de nosotros los “headlines” (los titulares) acabó o no acabó la tarea, se calló, pintó la pared. No le toca vivir los detalles de las tardes, y supongo que eso duele.

Gracias a la mamá nos sentimos más de una vez reconfortados porque notó que no comimos bien y supuso que teníamos un problema en la escuela. Se enteraba de primera mano de las nuevas amigas y las mejores amigas que dejaban de serlo. Las confesiones se dieron y nació la complicidad. Con ella es más fácil hablar de sentimientos, porque ese siempre ha sido un tema con ella. También es con quien más discusiones hubo siempre.

Ninguno es más que otro. Ni el papá es frío, ni la mamá es cálida. Ni el papá es distante, ni la mamá cercana. Tampoco a ninguno se quiere más que a otro. Cada uno cumple su papel, cada uno tiene su rol, y gracias a esa combinación resultamos ser gente buena, responsable, respetuosa, sensible.

Ojala ambos supieran que los amamos por igual, que a ninguno más o menos que a otro.

Este esteriotipo de familia la veía en las casas de mis amigas, pero no me era ajena. En mi casa no había un papá, pero nosotros funcionábamos igual. Tuve una mamá que la hizo de papá y mamá, y una nana que la ayudó a que ella pudiera salir a trabajar. En cierta manera, ellas cumplían con el rol de papá y mamá. Creo que fueron un equipazo. Las tres somos seres de bien, y creo que lo somos por la ecuación que armaron.

Las amo a las dos y quisiera que siempre estén bien, sanas y felices con sus vidas. Que Dios me las bendiga. Gracias mamá.

2 comentarios:

  1. Hija, tu agradecimiento me llega hasta el alma y me da tranquilidad y bienestar, me indica que cumplí con mi objetivo y que además logré trasmitirles lo importante de la vida, el que sean mujeres de bien, es la satisfacción y reconocimiento más grande de mi vida, en una sola cosa no estoy de acuerdo, si tuvieron papá y lo siguen teniendo, aunque ya esté en otra dimensión, a la mejor no en los términos convencionales, porque mucho tiempo no estuvo físicamente con nosotros, conceptualmente procuré que siempre lo sintieran cerca, cuando no estaba en la casa, pero a pesar de las circunstancias que nos tocó vivir, él estuvo en la medida de lo posible cerca de ustedes y con seguridad las amó y ama y las seguirá cuidando. Estás de acuerdo?

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  2. Si ma, del amor y figura paterna no tengo ninguna duda. En realidad me enfoqué solo al asunto del día a día, de cómo yo viví mi propia familia funcional.

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