Me confunde la vida

A dos días de empezar ya es un caos.

De 3 horas de clases que debí tomar ayer, solo fueron 2. Hoy no tenía que ir, pero fuí. Estando ya en la escuela, no terminé el día y me regresé a la casa. No pretendo que el lector entienda, porque ni yo misma entiendo.

Pague por 6 horas de clase a la semana, o sea dos días, de tres horas. Resulta que a las dos horas de clase, me quieren mandar con otro maestro “a platicar”. Ni madres! dije, mejor vengo dos horas, durante tres días, a clase formal. Hoy, fuí y a las dos horas, cuando me disponía a salir del salón, nada! Que la misma maestra nos iba a dar la clase de ‘plática”. Ante la confusión hice lo que haría cualquiera. Huí hasta entender el desmadre. Ya en mi departamento, con un cafecito, trato de procesar el nuevo esquema de educación que llevaré.

En otro tiempo, este tipo de cosillas de la vida, me llevarían escasos segundos para llegar a la resolución. Ahora, ya se que me estreso y me da el mal del avestruz.

Por lo pronto, ya estoy a salvo. Volveré a mis blogs que los tengo muy abandonados. Con tanta pregunta que traía en la cabeza, no me alcanzaban mis neuronas para escribir en ellos. Y luego porque corren a la gente de sus trabajos, verdad?

Ah! No creas, que empecé a escribir este post para quejarme de mi escuela y sus marcianas maneras. Mi intención nació, cuando me senté ante la computadora para leer las noticias del día y me dispuse a ponerme cómoda.

Para mí, eso significa, primeramente quitarme los zapatos. En especial, hoy me incomodaban. Y como diantres no, si me los puse al revés. Jajajaja Creo que desde el kinder que no hacia eso. Son unas botitas sin cierre ni nada, solo se meten así, fácil. Pero algo me lastimaba, nunca se me ocurrió verme los pies. Jajajaja.

Imagina, yo con los zapatos chuecos y me salen con extrañas técnicas de aprendizaje, como no iba a huir!!!! Que tengas un mejor comienzo de día que yo. Besitos.