Los días se volvieron imposibles esperando las noches que con sus tinieblas, combinan más con mi melancolía.
La obscuridad suaviza las calles para mi.
Salgo en busca de respuestas y perdones que no llegan.
Arrastro mi alma para encontrar mi vida perdida entre callejones que nunca pisé.
Un milagro sería descubrirte y me devolvieras el gusto por los días.
Pero no estás.
No te encuentro ni me encuentro a mi mismo.
En unas horas volverá a amanecer.
Ahí estaré yo y ahí estarás tu.
Tu con tu mirada, pero sin mirarme.
Así no hay sol que caliente mi melancólico corazón.

Nota: Arredomi tomó la fotografía y yo traducí en palabras sus tomas, por el entero gusto de crear. Gracias por compartir.
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